EL  REY  ARTURO  Y  LOS  CABALLEROS  DE  LA  MESA  REDONDA



- Prefacio



Si bien el Rey Arturo pudo tener un antecedente histórico como comandante o capitán de un desconocido reino bretón, nace a la popularidad como creación de Godofredo de Monmouth, un clérigo de origen incierto, de quien lo único que se sabe a ciencia cierta es que dió clases en Oxford entre 1129 y 1151. Dentro de este periodo escribió un tratado titulado "Historia Regum Britannie" (Historia Real de Britania) que se transformó en uno de los libros más importantes de la Edad Media europea.

- Historia


Según Monmouth, a principios del siglo V, Britania, liberada del Imperio Romano, cae en poder de Vortigern, un monarca sin escrúpulos con Heingst y Horsa, dos hermanos sajones, un pacto por el cual autoriza a todos los soldados sajones, a establecerse en Britania como "tropas auxiliares". Los sajones se apoderan de Britania y Vortigern debe huir a Gales, donde conoce a un joven vidente llamado Merlin, quien augura que llegará un príncipe que liberará a Britania, pero antes Vortigern será asesinado.
Uther Pendragon, quien sigue manteniendo estrechos lazos con Merlín, logra una victoria parcial contra los sajones y se establece en el trono aunque no de forma definitiva. Pero durante un banquete de Pascua en Londres, Uther conoce a Igerna, que era esposa del duque de Gorlois, y se enamora perdidamente de ella; ayudado por las artes mágicas de Merlin, quien lo convierte en doble duque, Uther penetra en su castillo de Tintagel, pasa la noche con Igenia y conciben a Arturo, quien será en definitiva el salvador de Britania que Merlin había profetizado. A pesar de su ascendencia real, el acceso de Arturo al trono de Britania asume caracteres mágicos, ya que debe confirmar su derecho real arrancando una espada (Excalibur) de un gran yunque apoyado sobre una roca, donde había sido mágicamente implantada por Merlin, y que solo el verdadero rey podía arrancar.

- El castillo de Camelot y la Mesa Redonda


A pesar de las deformaciones incorporadas por otras versiones, el castillo de Camelot no era como suele decirse, la sede del trono de Britania, sino el cuartel general de Arturo y sus Caballeros, y la mesa redonda no existió hasta la adaptación francesa de la "Historia Regum Britannie", escrita por Wace en 1155. Según él, Merlin la construyó para Leodegan, un gobernante belga, padre de Ginebra, quien la aportó como dote en su matrimonio con Arturo. Wace interpreta también la redondez de la tabla (mesa) como un símbolo de la esfericidad del universo, de modo que igualaba en rango a los caballeros alrededor de una mesa redonda, al no existir una cabecera definida. (ver también El mito del Grial y la Mesa Redonda).

- El amor en la corte de Camelot


La corte del rey Arturo es escenario de varias historias de amor pero, obviamente, el triángulo amoroso Ginebra-Arturo-Lancelot es él mas difundido y más complejo. Para Richard Harris, interprete del papel del rey en la película "Camelot", "... Arturo es el único esposo en la literatura, cuya esposa le es infiel sin desmedro de su imagen como hombre. Quizás se deba a que las reinas celtas eran tan libres e independientes como el mismo rey, y podían luchar y encomendar ejércitos como él; quizás por eso podían tener amantes, como los reyes tenían concubinas...".
Esto concuerda con el aspecto mitológico que algunos autores han creído descubrir en Ginebra, quienes sugieren que podría tener una relación especial con una diosa, a la que incluso podría encarnar; esta teoría se apoya en el hecho de que el nombre Guinevere, viene del galés Gwenhwyfar, que significa "hada blanca".
En "La mort d'Arthur" se encuentra la mejor representación medieval de los amores de Lancelot y Ginebra donde el caballero pasa de un amor respetuoso y platónico al principio, hasta llegar a una etapa en que el más mínimo rechazo de la reina lo trastorna profundamente.

- La desaparición de Arturo


Mordret, sobrino e hijo incestuoso de Arturo, apoyándose en la inestabilidad del matrimonio real, comenzó a desarrollar su plan para apoderarse del trono. Lancelot había marchado a Francia y Arturo le había seguido en un intento por hacerlo entrar en razon; Mordret queda al frente del país, proclama que el rey ha muerto y se corona a sí mismo.
Pero Arturo regresa al frente de sus leales se enfrenta a Mordret en la batalla de Camlann; ambos líderes se traban en combate individual y Arturo mata a Mordret, pero es herido de muerte por él.
En ese momento se aproxima a la costa una embarcación en la que según Monmouth "... se halla el hada Morgana, quien llevará a Arturo a la isla de Avalon (ver mas abajo), en la que descansará hasta que llegue el momento de recobrar su Excalibur -que había sido arrojada a un lago- y su reinado...".

- Avalón, un espacio/tiempo mágico



La Mort d'Arthur Arturo descansa en paz en Avalón custodiado por cuatro reinas hadas. Fata Morgana, de negro, consulta su libro de artes mágicas para curar las heridas del Rey "inmortal".
En segundo plano, Merlín y la Dama del Lago. Avalón, que en céltico significa de "manzana", se refiere a la isla mágica en la que los manzanos dan frutos durante todo el año.
En el texto latino de Godofredo de Monmouth "Vita Merlini" (siglo XII), la isla recibe el nombre de "Insula Pomorum".
Es Avalón el reino de Morgana, quien ejerce su poder rodeada de sus nueve hermanas hadas, que tienen el don de poder transformar su aspecto físico, a menudo en aves.
El mito dice que Morgana puede transformarse en cuervo, o en corneja. Se asimila pues al relato irlandés de Morrigan o de Nondh, una Thatha De Danann que a menudo aparece con forma de corneja.
Avalón es un espacio similar a las "galisenas" de la isla de Sein, donde profetizas y magas se comunican con autores griegos y latinos. El tema aparece también en la "Isla de las mujeres", Emain Ablach (Emain de los Manzanos), de la que navegantes irladeses trajeran relatos fabulosos. La Isla es en efecto, reciclada para la leyenda del ciclo artúrico. Avalón será pues, la morada a la que el hada Morgana lleva a su hermano el rey Arturo mortalmente herido en la batalla de Camlann, para mantenerlo "dormido" hasta que los tiempos permitan su regreso al mundo de los mortales.
Cabe destacarse que posteriormente, bajo influencia del cristianismo (monjes cluniacienses) y también por voluntad de Enrique II Plantagenet, los monjes de la abadía de Glastonburry pretendieron que un lugar, que era una suerte de isla en medio de las ciénagas, era la mítica isla de Avaloón. "Descubrieron" pues en ella, la tumba de la reina Ginebra y la del rey Arturo, que aún hoy pueden hallarse entre las ruinas del antiguo monasterio.




Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda




BIBLIOGRAFÍA:
En parte: Los celtas, ed. Continente. Roberto Rosaspini Reynolds.








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