Lo único seguro es que vamos a morir algún día. En efecto, el tiempo se detiene para los humanos en el momento de la muerte. Esta situación límite se refleja en la esperanza que todas las mitologías sostienen: que puede haber otra vida más allá de la muerte. Los egipcios, por ejemplo, tenían la esperanza de poder renacer a una nueva vida en el Campo de las Cañas que era una versión idealizado del Egipto que ya conocían. Esta creencia se apoyaba en el diario renacer de Ra, el sol. Los vikingos creían que los guerros muertos en batalla, habrían de participar junto a los dioses en la fiesta del Valhalla o Walhalla, el palacio de techo durado, antes de luchar al lado de Odín, el Señor de los Ejércitos, en la batalla final de Ragnarok. (mitología escandinava).
Los mitos no solo relatan los acontecimientos después de la muerte sino que describen el modo en que se llega a ella. Los zulúes dicen que todo se debe a un error: el Gran Uno, envió al Camaleón, Unwabu, para aunciar a la gente que vivirían por siempre, pero se retrasó mucho, y fue adelantado por Intulo, la largartija, portadora de un fatal mensaje: todos habían de morir. También hay relatos de héroes que intentan vencer a la muerte, como Gilgamesh (mitologia sumeria) o los héroes gemelos de los mayas.