Las fuentes de conocimiento de la mitología nórdica son
principalmente las Eddas, que eran textos mitológicos,
religiosos, heróicos y poéticos que datan, en el Codex
Regius que los conserva, del siglo XIII. Por lo visto
estos poemas eran aprendidos de memoria por los poetas
antes de que existiera el lenguaje escrito.
Eran utilizados en ceremonias iniciáticas de la pubertad
a la edad adulta en las que el neófito debía identificarse
con la figura del dios protagonista, que a
menudo era Odín, y pasar por las pruebas que el dios
había establecido y superado. Estas Eddas estaban divididas
en: la Edda Mayor y la Edda menor.
La Edda Mayor, que es también la más antigua, es una
colección de poemas anónimos. El idioma es islandés y
data del año 1000 o incluso antes. Se pueden dividir
los poemas en dos grupos: poemas míticos que hablan
sobre la creación y el fin del mundo, y los poemas heróicos que hablan principalmente sobre
Odín y Thor.
La Edda Menor es también llamada la Edda de Snorre Sturluson quien lo escribió alrededor de
1220. Es un manual de poesía para los escaldos. Consta de tres partes:
Al principio, érase el frío y el calor. El frío era Nilfheim, un mundo de oscuridad, frío,
niebla, el reino del hielo eterno. El calor era Muspell, el reino de fuego, luminoso y caliente.
Allí vive Surtur, el fuego, que saldrá en el fin del mundo con su espada llameante
a acabar con los dioses. Entre estos dos mundos existía un gran vacío llamado Ginnungagup.
En Ginnungagup se encontraba la fuente de Hvergelmir, de la cual se alejaban 12 ríos helados,
y cuando el río Eliagavar se alejó lo suficiente, comenzó a derretirse debido al efecto del
calor de Musspell. El hielo se fundió y de él surgió primero, el ogro Ymer, el padre
de la estirpe de los Gigantes de Hielo, y después la gigante vaca llamada Audumbla, de cuyos
cuatro ríos de leche se alimentó Ymir. Ymir se durmió y sudó, de su mano izquierda surgió una
pareja de gigantes, y de sus pies un hijo. Ese fue el origen de los "gigantes de
escarcha", también llamados yotes. Audumbla vivió lamiendo la escarcha sagrada de las rocas
salobres, de donde surgió poco a poco el primer hombre, Bure, que era hermoso, grande y poderoso,
y de él descienden los dioses llamados asas. El hijo de Bure, de nombre Bor, se casó con la
hija de un yote, Bestla, y juntos tuvieron tres hijos dioses: Odín, Vile y Ve.
Odín y sus hermanos mataron a Ymer, y llevaron el cuerpo de éste al centro de Ginnngagap,
donde lo despedazaron para formar el universo: de su cuerpo crearon la tierra, de su sangre
el mar y los ríos, de su cráneo el cielo, de sus huesos las
montañas, de su pelo los bosques, de su cerebro las nubes,
de sus muelas las rocas y de sus cejas un muro alrededor del
inhabitable exterior. Debajo pusieron a cuatro enanos para
sostenerlo: Nordi, Sudri, Austri y Vestri (los cuatro puntos
cardinales). De las chispas que salían del Musspell formaron
las estrellas, ordenando sus órbitas. En este nuevo mundo
crearon el mundo de los hombres, llamado Midgård. Luego, y
para que los hombres no se sintieran solos, crearon en el
centro de Midgård el mundo de los asas, Asgård. Midgård, la
tierra de los mortales, y el divino Asgård estaban unidos
mediante Bifröst, el puente del arco iris que estaba hecho
de fuego para que los gigantes no pudieran atravesarlo. En
el centro de Asgård crecía un gran fresno llamado Yggdrasil.
Yggdrasil fue el árbol de la vida, y si muriera, significaría
la destrucción total del mundo. Yggdrasil sostenía el cielo y en su copa vivía un
águila, y entre los ojos del águila un gavilán llamado Vederfølner. Por el tronco corría
la ardilla Ratatosk pasando noticias e insultos entre el águila el dragón Nidhug que vivía
al lado de una de las raíces de Yggdrasil. Cuatro ciervos corrían por sus ramas y el rocío
que caía de su cornamenta formaban los ríos del mundo. Yggdrasil tenía tres raíces. Una
yacía en Asgård, donde también se encontraba el pozo de Urd vigilado por tres nornas,
encargadas de sacar agua del pozo para regar Yggdrasil. Estas tres nornas (diosas del hado)
reinaban sobre el destino de los hombres y decidían si vivirían felices o no, sus nombres
eran: Urd, Verdandi y Skuld (pasado, presente y futuro). La otra raíz yacía en Jotunheim o
el mundo de los yotes (gigantes de escarcha), y aquí se encontraba el pozo de Mimer. Era el
pozo de la sabiduría y el que bebía del pozo sabría todo lo pasado y todo lo que vendría.
En el fondo del pozo se hallaba uno de los ojos de Odín, quien lo dió en prenda a cambio de
sabiduría. La tercera raíz yacía en Niflheim, donde se encontraba también el dragón Nidhug.
En Asgård tenía Odín su casa llamada Valhal o Walhall, donde vivían los guerreros vikingos
muertos (Einherjerne) y las Valquirias. Las Valquirias eran las vírgenes guerreras o espíritus
de guerra de Odín, y las que llevaban a los guerreros muertos a Valhal. Valhal tenía
540 puertas y todas tan grandes que podían entrar 800 hombres a la vez. Su techo estaba
cubierto de escudos dorados, encima de los cuales caminaba la cabra Heidrun. Heidrun comía
las hojas de Yggdrasil y de su ubre caía la hidromiel que bebían los guerreros. Todos los
días los guerreros de Valhal salían al campo de batalla, aunque ahora sin que les ocurriera
nada. Si se les caía un brazo o una pierna, las Valquirias lo arreglaban por la noche.
Después de la batalla venía el gran festín con mucha comida y bebida. Valhal era una
especie de paraíso para los guerreros, algo que les quitaba el miedo a morir. Así se preparaban
para la última batalla, el día de Ragnarok, "el crepúsculo de los dioses", el día del
fin del mundo.
El gigante Narfi vivía en Jötunheim (Jötum = gigante). Fue el padre de Nott (la Noche), negra
y oscura como su estirpe. De Naglfari tuvo a Aud, de Annar a Jord, la Tierra, de Delling
(Brillante), de la estirpe de los Ases (Dioses) tuvo a Dag (el Día), luminoso y bello
como su padre. Odín, Padre de todos, les dio caballos y carros para que recorrieran el cielo.
El de Nott se llama Hrumfaxi y humedece la tierra con la espuma del bocado (el rocío).
El de Dag se llama Skinfaxi, e ilumina el aire y la tierra con sus crines.
Un hombre llamado Mundilfaeri tuvo dos bellos hijos Luna (el chico) y Sol (su hermana).
Ésta casó con un hombre llamado Glen. Los dioses irritados los pusieron en el cielo como
conductores de los carros del sol y de la luna, chispas de Musspell. Los caballos de Sol se
llaman Arvaki y Alsvidr y son refrescados por las fuelles isarnkol. Luna tomó de la tierra
dos niños, Bil y Hjuki, que salieron de la fuente Myrgir llevando la cuba Saerg y la pértiga
Simul. Vidfinn se llama su padre. Estos niños se ven aún desde la tierra. Los carros
celestes son perseguidos por los lobos Skoll y Hati (el que odia), hijos de Hródvitin y de
Gyg la giganta, de cuya estirpe de hechiceras, las Jarnvidur, nacerá Managram, el lobo que
se tragará la luna.
Para redondear el tema, debemos agregar también que, el concepto del árbol cósmico, el eje
del mundo, se halla por doquier en las mitologías, y en este caso de la nórdica se expresa
con especial fuerza, procedente de los indómitos bosques del norte de Europa y de toda la
cultura celta/nórdica desarrollada alrededor de la sabiduría del árbol y su simbología para
chamanes y druidas.