Las inscripciones cuneiforme nos informan acerca de la historia asiria desde el siglo XIX a.C. En un principio, los asirios, vasallos de Caldea y Egipto, consiguieron hacerse independientes, y sus reyes, tras numerosas victorias, impusieron su dominación al resto del Asia Occidental y de Egipto. El reino fue destruido en 612-609 por una coalición de babilonios y medos.
La religión particular del pueblo asirio no tenía grandes diferencias con la babilónica. Debe tenerse
en cuenta que los asirios participan, como semitas, de la cultura común de los pueblos mesopotámicos.
El dios principal era Ashur o Asur, dios nacional de los asirios, "rey de todos los dioses" y
protector de los reyes, así como esposo de Belit (la señora, diosa identificada con Ishtar de
Babilonia), es el principal símbolo de la religión asiria y está por encima de otras divinidades
babilónicas como Bel, Anu y Ea. Desde muy pronto asumió la función muy parcial: solo tenía un carácter
guerrero, por lo que no podía completar el resto de las aspiraciones espirituales. Entre muchas otras
deidades se adoraba también a Ninit, dios de las batallas y a Nergal, dios de la caza.
Asistimos a un desarrollo de la creencia en el sol, representado en Samash, dios de la justicia, y
considerado como el juez de los enemigos de Asiria. Entre los enemigos de Asiria, habría una
influencia religiosa considerable de Babilonia, aunque hay que tener en cuenta que las relaciones
Asiria - Babilonia fueron tremendamente complejas. La irradiación cultural babilónica sobre el reino
del norte siempre había fascinado a las clases dirigentes asirias. Ello provocaba una especie de
atracción prohibida, lo que se manifiesta claramente en el aspecto espiritual. Prueba de esta
influencia son los mismos títulos que adoptaron los reyes asirios: "Regente del dios", "Empleado de
Enlil", etc. Asiria no dejó nunca de abrirse a las influencias de ésta y en la literatura se copió el
estilo de las crónicas babilónicas en los textos asirios y también la escultura recibió la influencia
de Babilonia.
También en el culto religioso, la influencia e incluso la dependencia fue clara y cada vez mayor.
Desde el reinado de Ashur-uballit I, ya hubo en Asiria un templo dedicado a Marduk.
La principal divinidad femenina asiria era Ishtar, diosa de la fecundidad, como otras grandes
divinidades femeninas orientales. Hacia el año 1.200, se dio un nuevo paso, el ritual babilónico de
la fiesta del Año Nuevo, dedicado a Marduk, en la que se renovaban los poderes del rey fue adoptado
por Assur y en el aspecto espiritual y religioso, las dos regiones se fueron convirtiendo cada vez
más en una sola. Pero se puede llegar a afirmar que el panteón tradicional sumero - acadio,
evolucionado en Babilonia, a finales del siglo XII, y
definitivamente en los siglos XI y X, estaba considerado en Asiria como clásico, y a partir del
Imperio Nuevo Asirio podemos ya hablar de una religión Asirio Babilónica.
Los sacerdotes asirios formaban corporaciones y entre sus tareas se encontraba la de interpretar los
presagios. La magia desempeñaba un papel preponderante en la religiosidad privada.
Una vida próspera y prolongada era evidencia del favor divino.