El verdadero Padre Ñamandú, el Primero, de una pequeña porción de su propia divinidad, de
la sabiduría contenida en su propia divinidad, y en virtud de su sabiduría creadora, hizo
que se engendrasen llamas y tenue neblina.
Habiéndose erguido (asumido la forma humana), de la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora, concibió el origen del lenguaje humano.
Creó nuestro Padre el fundamento del lenguaje humano e hizo que formara parte de su propia
divinidad.
Antes de existir la tierra, en medio de las tinieblas primigenias, antes de tenerse conocimiento
de las cosas, creó aquello que sería el fundamento del lenguaje humano (o es el fundamento del
futuro lenguaje humano) e hizo el verdadero Primer Padre Ñamandú que formara
parte de su propia divinidad.
Habiendo concebido el origen del futuro lenguaje humano, de la sabiduría contenida en su
propia divinidad, y en virtud de su sabiduría creadora concibió el fundamento del amor al
prójimo.
Antes de existir la tierra, en medio de las tinieblas primigenias, antes de tenerse conocimiento
de las cosas y en virtud de su sabiduría creadora del amor al prójimo lo concibió.
Habiendo creado el fundamento del lenguaje humano, habiendo creado una pequeña porción del
amor, de la sabiduría contenida en su propia divinidad, y en virtud de su sabiduría creadora
el origen de un solo himno sagrado la creó en su soledad.
Antes de existir la tierra en medio de las tinieblas originarias, antes de conocerse las
cosas, el origen del himno sagrado lo creó en su soledad para sí mismo.
Habiendo creado, en su soledad, el fundamento del lenguaje humano; habiendo creado, en su
soledad, una pequeña porción de amor; habiendo creado, en su soledad, un corto himno sagrado,
reflexionó profundamente sobre a quién hacer partícipe del fundamento del lenguaje humano;
sobre a quién hacer partícipe del pequeño amor al prójimo, sobre a quién hacer partícipe
de las series de palabras que componían el himno sagrado.
Habiendo reflexionado profundamente, de la sabiduría contenida en su propia divinidad, y en
virtud de su sabiduría creadora creó a quienes serían compañeras de su divinidad.
Habiendo reflexionado profundamente, de la sabiduría contenida en su propia divinidad, y en
virtud de su sabiduría creadora creó al Ñamandú de corazón grande y valeroso.
Lo creó simultáneamente con el reflejo de su sabiduría (el sol).
Antes de existir la tierra, en medio de las tinieblas originarias, creó al Ñamandú de corazón
grande. Para padre de sus futuros numerosos hijos, para verdadero padre de las almas de
sus futuros numerosos hijos creó al Ñamandú de corazón grande.