Entonces, el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.
2 Cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes.
3 Cuando las insensatas tomaron sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
4 pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
5 Y como tardaba el novio, todas cabecearon y se quedaron dormidas.
6 A la media noche se oyó gritar: ¡He aquí el novio! ¡Salid a recibirle!
7 Entonces, todas aquellas vírgenes se levantaron y alistaron sus lámparas.
8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan.
9 Pero las prudentes respondieron diciendo: No, no sea que nos falte a nosotras y a vosotras; id, más bien, a los vendedores y comprad para vosotras mismas.
10 Mientras ellas iban para comprar, llegó el novio; y las preparadas entraron con él a la boda, y se cerró la puerta.
11 Después vinieron también las otras vírgenes diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!
12 Pero él respondiendo dijo: De cierto os digo que no os conozco.
13 Velad, pues.
14 Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
15 A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos.
16 Inmediatamente, el que había recibido cinco talentos se fue, negoció con ellos y ganó otros cinco talentos.
17 De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos.
18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
19 Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos.
20 Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: Señor, me entregaste cinco talentos; he aquí he ganado otros cinco talentos.
21 Su señor le dijo: Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.
22 Y cuando se presentó el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, me entregaste dos talentos; he aquí he ganado otros dos talentos.
23 Su señor le dijo: Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho tepondré. Entra en el gozo de tu señor.
24 Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, dijo: Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.
25 Y como tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.
26 Su señor respondió y le dijo: ¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí?
27 Por lo tanto, debías haber entregado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, habría recibido lo que es mío con los intereses.
28 Por tanto, quitadle el talento y dadlo al que tiene diez talentos.
29 Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
30 Al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera. Allí habrá llanto y crujir de dientes.
31 Mirad por vosotros, que vuestros corazones no estén cargados de glotonería, deembriaguez y de las preocupaciones de esta vida, y que aquel día venga sobre vosotros de repente como una trampa;
32 porque vendrá sobre todos los que habitan sobre la superficie de toda la tierra.
33 Velad, pues, en todo tiempo, orando que tengáis fuerzas para escapar de todas estas cosas que han de suceder, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria;
35 y todas las naciones serán reunidas delante de Él. El separará los unos de los otros, como cuando el pastor separa las ovejas de los cabritos;
36 y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
37 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: ¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el reino que ha sido preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
38 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis;
39 estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.
40 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber?
41 ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o desnudo y te vestimos?
42 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y fuimos a ti?
43 Y respondiendo el Rey les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis.
44 Entonces dirá también a los de su izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
45 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
46 fui forastero, y no me recibisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.
47 Entonces le responderán: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, o sediento, o forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
48 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo, que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco lo hicisteis a mí.
49 Entonces irán éstos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna.