Deidad de origen asirio-fenicio de la naturaleza que muere y nuevamente nace.
Nacido de la unión incestuosa del rey Cíniras de Chipre y de su hija Myrra. La Diosa Afrodita indignada de ésto, transforma
a Myrra en una mata de mirra desde la cual Adonis nació. Pero, Afrodita y también Persséfone,
la diosa del inframundo son atraídas por la exepcional belleza de Adonis que se disputan la atención y
posesión de él. Adonis fue puesto bajo la custodia de Perséfone, reina del mundo subterráneo.
En otra versiones se cuenta que durante una caza, Adonis es muerto por un jabalí que la celosa Artemisa (diosa de la caza y
animales salvajes), lo mandó para que lo envistiera. Afrodita imploró al dios Zeus que se lo devolviese.
Zeus decretó que Adonis pasaría los meses invernales con Perséfone en el Hades y los estivales
con Afrodita.
En recuerdo de su muerte y resurrección es en muchos lugares como Atena y Alejandría celebrado.
Rey de Argos y dios de la Tierra y del intramundo y es aquel que ofrece refugio a dos fugados, Tydeos, hijo del rey Oineos
de Calydon y Polineikes hijo de Odipus de Tebe y les dá sus dos hijas como esposa.
Con el fin de reintegrar los derechos a Polineikes efectúa una campaña militar contra Tebe, mas conocida como
"Los siete contra Tebe" en la cual todos los integrantes de esta campaña con exepción de Adrastos murieron.
Un tiempo después Adrastos con los hijos de los héroes que cayeron en combate inició nuevamente una
marcha hacia Tebe conocida como "Cruzada de Epigonen". En esta batalla muere Aigialeus, hijo de Adrastos.
Diosa del amor y la belleza, es la equivalente a
la Venus romana.
En la Ilíada de Homero aparece como la hija de
Zeus y Dione, una de sus consortes, pero en leyendas
posteriores se la describe brotando de la
espuma del mar y su nombre puede traducirse como
"nacida de la espuma".
En la leyenda homérica, Afrodita es la mujer de
Hefesto, el feo y cojo dios del fuego. Entre sus
amantes figura Ares, dios de la guerra, que en la
mitología posterior aparece como su marido.
Ella era la rival de Perséfone, reina del mundo
subterráneo, por el amor del hermoso joven griego
Adonis.
Tal vez la leyenda más famosa sobre Afrodita está
relacionada con la guerra de Troya. Eris, la diosa
de la discordia, la única diosa no invitada a
la boda del rey Peleo y de la nereida Tetis,
arrojó resentida a la sala del banquete una manzana de oro destinada "a la más hermosa".
Cuando Zeus se negó a elegir entre Hera, Atenea y Afrodita, las tres diosas que aspiraban a
la manzana, ellas le pidieron a París, príncipe de Troya, que diese su fallo. Todas intentaron
sobornarlo: Hera le ofreció ser un poderoso gobernante; Atenea, que alcanzaría una gran
fama militar, y Afrodita, que obtendría a la mujer más hermosa del mundo. París seleccionó a
Afrodita como la más bella, y como recompensa eligió a Helena de Troya, la mujer del rey
griego Menelao. El rapto de Helena por París condujo a la guerra de Troya. Probablemente de
origen oriental, en las primitivas creencias religiosas griegas se identificaba a Afrodita
con la fenicia Astarté y era conocida como Afrodita Urania, reina de los cielos, y como Afrodita
Pandemos, diosa del pueblo. (ver Venus en "dioses romanos").
Hijo del dios Zeus y de Leto, hija de un titán.
Era también llamado Délico, de Delos, la isla de
su nacimiento, y Pitio, por haber matado a Pitón,
la legendaria serpiente que guardaba un santuario
en las montañas del Parnaso.
En la leyenda homérica, Apolo era sobre todo el
dios de la profecía, su oráculo más importante
estaba en Delfos, el sitio de su victoria sobre
Pitón. Solía otorgar el don de la profecía a aquellos
mortales a los que amaba, como a la princesa
troyana Casandra.
Apolo era un músico dotado, que deleitaba a los
dioses tocando la lira. Era también un arquero
diestro y un atleta veloz, acreditado por haber
sido el primer vencedor en los juegos oímpicos.
Su hermana gemela, Ártemis, era la guardiana de las muchachas, mientras que Apolo protegía
de modo especial a los muchachos. También era el dios de la agricultura y de la ganadería, de
la luz y de la verdad, y enseñó a los humanos el arte de la medicina.
Algunos relatos pintan a Apolo como despiadado y cruel. Según la Ilíada de Homero, Apolo respondió
a las oraciones del sacerdote Crises para obtener la liberación de su hija del general
griego Agamenón arrojando flechas ardientes y cargadas de pestilencia en el ejército griego.
También raptó y violó a la joven princesa ateniense Creusa, a quien abandonó junto con el
hijo nacido de su unión. Tal vez a causa de su belleza física, Apolo era representado en la
iconografía artística antigua con mayor frecuencia que cualquier otra deidad.
Dios del río que lleva el mismo nombre y antes llamado Aspropotamos. Es soberano de todos los ríos. Él es un hijo de Okeanos y Tethys y pelea con Hércules. Es retratado como un toro con la parte superior de un humano.
El mayor de los guerreros griegos en la guerra de Troya.
Era hijo de la ninfa del mar, Tetis, y de Peleo, rey de los mirmidones de Tesalia.
Cuando era un niño su madre lo sumergió en el Éstige para hacerlo inmortal. Las aguas lo hicieron
invulnerable menos en el talón, por donde lo sostenía su madre.
Aquiles libró muchas batallas durante el sitio de diez años a la ciudad de Troya. Cuando el
rey miceno Agamenón tomó para sí a la doncella cautiva Briseida, Aquiles retiró a los mirmidones
de la batalla y se encerró encolerizado en su tienda. Los troyanos, envalentonados por
su ausencia, atacaron a los griegos y los forzaron a una retirada precipitada, entonces
Patroclo, amigo y compañero de Aquiles, le pidió que le prestara su armadura y le dejara avanzar
con los mirmidones a la batalla. Aquiles aceptó.
Cuando el príncipe troyano Héctor mató a Patroclo, el desconsolado Aquiles volvió a la batalla,
mató a Héctor y arrastró su cuerpo triunfante detrás de su carro. Más tarde permitió a
Príamo, rey de Troya, rescatar el cuerpo de Héctor. Aquiles peleó su última batalla con
Memnón, rey de los etíopes. Después de matar al rey, Aquiles condujo a los griegos hacia los
muros de Troya. Allí fue mortalmente herido en el talón por París.
La disputa entre Aquiles y Agamenón, la batalla posterior y el rescate del cuerpo de Héctor
son narrados en la Ilíada.
Dios de la guerra e hijo de Zeus, rey de los dioses,
y de su esposa Hera. Los romanos lo identificaban
con Marte, también un dios de la guerra,
agresivo y sanguinario, Ares personificaba la
brutal naturaleza de la guerra, y era impopular
tanto para los dioses como los seres humanos.
Entre las deidades asociadas con Ares estaban su
consorte, Afrodita, diosa del amor, y deidades
menores como Deimo (temor) y Fobo (terror), que
lo acompañaban en batalla.
Aunque feroz y belicoso, Ares no era invencible,
ni siquiera frente a los mortales.
El culto de Ares, que se creía originario de Tracia,
no estaba muy difundido en la antigua Grecia
y, donde existía, carecía de significación social
o moral.
Ares era una deidad ancestral de Tebas y tenía un templo en Atenas, al pie del Areópago o colina
de Ares.
Una de las principales diosas, equivalente de la diosa romana Diana.
Era hija del dios Zeus y de Leto y hermana gemela del dios Apolo.Era la rectora de los dioses
y diosas de la caza y de los animales salvajes, especialmente los osos, Ártemis era también
la diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas.
Como diosa de la luna, se la identificaba a veces con la diosa Selene y con Hécate. Aunque
tradicionalmente amiga y protectora de la juventud, especialmente de las muchachas, Ártemis
impidió que los griegos zarparan de Troya durante la guerra de Troya mientras no le ofrecieran
el sacrificio de una doncella.
Según algunos relatos, justo antes del sacrificio ella rescató a la víctima, Ifigenia.
Como Apolo, Ártemis iba armada con arco y flechas, armas con que a menudo castigaba a los
mortales que la ofendían.
En otras leyendas, es alabada por proporcionar una muerte dulce y plácida a las muchachas
jóvenes que mueren durante el parto.
Agamenon mira impertérrito como su hija Ifigenia es sacrificada
para reconciliarse con Ártemis. La diosa aparece rápidamente
desde el cielo y lleva Ifigenia a Taurus.
"El Sacrificio de Ifigenia", Giovanni Battista, témpera, 1770.
En la mitología latina, llegó a identificarse con la diosa Minerva,
también conocida como Palas Atenea.
Atenea salió ya adulta de la frente del dios Zeus y fue su hija favorita.
Él le confió su escudo, adornado con la horrorosa cabeza de la gorgona
Medusa, su "égida" y el rayo, su arma principal.
Diosa virgen, recibía el nombre de Parthenos (la virgen). En agradecimiento
a que Atenea les había regalado el olivo, el pueblo ateniense
levantó templos a la diosa, el más importante era el Partenón, situado en
la Acrópolis de Atenas.
Atenea, originariamente la diosa de las ciudades griegas, de la industria
y de las artes y, en la mitología posterior, de la sabiduría; era también
diosa de la guerra. Atenea fue la defensora más firme, entre los dioses,
del bando griego en la guerra de Troya.
Después de la caída de Troya, sin embargo, los griegos le faltaron el
respeto debido al carácter sagrado de un altar dedicado a Atenea en el
que la profetisa troyana Casandra encontró refugio, y como castigo, unas
tormentas enviadas por el dios del mar, Poseidón, requeridas por Atenea
destruyeron la mayor parte de los barcos griegos que volvían de Troya.
Atenea era también patrona del arte de la agricultura y de las labores
femeninas, especiamente del hilado y el tejido. Entre sus dones al hombre
estaban la invención del arado y la flauta y las artes de domesticación
de animales, de construcción de barcos y de fabricación de zapatos.
Según el poeta romano Ovidius describe a Caos como una "materia sin vida" o una agrupación de todos los elementos característicos sin distinguirse uno más que el otro. Muchos filósofos vieron el "Caos primordial" como el fundamento de la realidad Heráclitus creía que el fuego era el "elemento primordial" mientras que filósofos órficos pensaban que el universo surgió a través del impulso creativo de Eros y Afrodita. Aristóteles desarrolla su concepto de "materia primigenia" que es la base amorfa de toda materia. Este concepto fue aceptado por todos los alquimistas. Según la mitología griega, el mito de la creación del universo, trajo Caos a Gea (tierra), Nyx (noche) y Erebos (la oscuridad subterránea) y en la siguiente fase de la creación, de Gea se crearon dos vidas: Uranus (cielo) y Pontus (mar). Según la genealogía de Hesiodus serían también directo descendientes van Caos: Tartarus (submundo) y Eros (deseos). Caos y Eros pusieron el proceso en movimiento creando aves y animales
Gigantes con un solo ojo en medio de la frente. En la Teogonía de Hesíodo, los tres hijos
- Arges (clarividente), Brontes (tronador) y Estéropes (lanzador de rayos) - de Urano y Gea, personificaciones del cielo y de la tierra, eran
cíclopes. Fueron arrojados al mundo inferior por su padre Urano ya que temía que ellos lo destronaran. Otros cuentan
que los envió a Etna y por causa de sus terribles rugidos el volcán hacía erupción.
Cabe destacar que en las dos versiones Gea planea tomar revancha de Urano con la ayuda de su hijo Cronos.
Cronos libera del inframundo a sus hermanos Cíclopes pero cuando se sintió amenazado por ellos los
arrojó nuevamente en Tartaros.
Zeus, el hijo de Cronos libera a los Cíclopes del submundo y ellos, agradecidos, le regalaron el rayo y el relámpago, con los que derrotó a
Cronos en una "lucha de titanes" que duró más de diez años convirtiéndose así en señor del universo.
Se dice también que en agradecimiento de sus liberaciones hicieron un tridente para Poseidón,
el casco que hacía invisible a su hijo Perseo, para la diosa de la caza Artemisa un arco de plata y un sostenedor de
flechas.
En la Odisea de Homero, los cíclopes eran pastores que vivían en Sicilia (algunos afirman en Nápoles). Eran una raza salvaje,
fuera de la ley y caníbal que no temía a dioses ni a hombres. El héroe griego Odiseo
fue atrapado con sus hombres en la cueva del cíclope Polifemo, un hijo de Poseidón, dios del
mar. Odiseo lo cegó para escapar de la cueva en la que el gigante los tenía cautivos y había
devorado ya a varios de sus hombres.
Gobernador del universo durante la edad de oro.
Era uno de los doce titanes y el hijo menor de Urano y de Gea,las personificaciones del cielo
y de la tierra.
Sus primeros hijos fueron los tres Hecatonquiros, los monstruos de cien manos y cincuenta cabezas
a quienes Urano había apresado en un lugar secreto. Gea trató de rescatarlos y pidió
ayuda a sus otros hijos, incluidos los Cíclopes. Solo Cronos aceptó el desafío. Atacó a Urano
y lo hirió gravemente; Cronos se convirtió así en el regidor del universo.
Cronos y su hermana la reina Rea llegaron a ser padres de seis de los doce dioses y diosas
conocidos como los Olímpicos.
A Cronos se le había profetizado que sería derrocado por uno de sus hijos, y se comió a los
cinco primeros al poco tiempo de nacer. Rea, sin embargo, ocultó a su sexto hijo, Zeus, y
ofreció a su hermano y esposo una piedra envuelta en pañales.
Zeus se crió en Creta y cuando creció, forzó a Cronos, con la ayuda de Gea, a vomitar junto
con la piedra a los otros cinco niños. Ésta después fue trasladada a Delfos.
Zeus y sus cinco hermanos y hermanas libraron la guerra contra Cronos y los demás titanes
ayudado por los Hecatonquiros y los cíclopes, a quienes liberó de la prisión donde los había
encerrado su padre.
Cronos y los titanes fueron confinados en el Tártaro, un abismo en la parte más profunda del
submundo.
Diosa de los granos y de las cosechas, hija de los titanes Cronos y Rea.
Cuando su hija Perséfone fue raptada por Hades, dios del mundo subterráneo, el dolor de Démeter
fue tan grande que descuidó la tierra; no crecieron plantas y el hambre devastó el universo.
Consternado ante esta situación, Zeus, el regidor del mundo, pidió a su hermano Hades
que devolviese Perséfone a su madre. Hades asintió, pero antes de liberar a la muchacha hizo
que ésta comiese algunas semillas de granada que la obligarían a volver con él durante cuatro
meses al año.
Feliz de reunirse de nuevo con su hija, Démeter hizo que la tierra produjese flores primaverales
y abundantes frutos y cereales para las cosechas. Sin embargo, su dolor retornaba cada
otoño cuando Perséfone tenía que volver al mundo subterráneo. La desolación del invierno y la
muerte de la vegetación eran consideradas como la manifestación anual del dolor de Dómeter
cuando le arrebataban a su hija.
Démeter y Perséfone eran veneradas en los ritos de los misterios de Eleusis. El culto se extendió
de Sicilia a Roma, donde se veneraba a estas diosas como Ceres y Proserpina.
Originalmente tenía el mismo rol que la diosa de la tierra Démeter,
pero luego para los griegos pasó a ser el dios del vino, extasis y la
vegetación, siendo quien enseñó a los mortales cómo cultivar la vid y
como hacer vino. Era hijo de Zeus y Semele, una princesa Tebana.
Era conocido como el "dios con cuernos" porque tomaba generalmente el
aspecto de un toro.
Era bueno y amable con quienes lo honraban, pero llevaba la locura y
la destrucción a quienes lo despreciaban a él o a los rituales orgiásticos
de su culto.
De acuerdo con la tradición, Dionisio moría cada invierno y renacía en
la primavera. Para sus adeptos, este renacimiento cíclico, acompañado
de la renovación estacional de los frutos de la tierra, encarnaba la
promesa de la resurrección de los muertos.
Los ritos anuales en honor de la resurrección de Dioniso evolucionaron
gradualmente hacia la forma estructurada del drama griego, y se celebraron
importantes festivales en honor del dios durante los cuales se
realizaban grandes competiciones dramáticas.
El festival más importante, las Grandes Dionisíacas, tenía lugar en
Atenas durante cinco días de cada primavera. Para esta celebración los
grandes dramaturgos griegos Esquilo, Sófocles y Eurípides escribieron
sus magníficas tragedias.
Después del siglo V a.C., Dionisio fue conocido para los griegos como Baco.
Eris era la hija "difícil" de Nyx. Ella no había sido invitada al matrimonio de Peleus con Tetis -los padres de Aquiles- pero ella fue de todas maneras y arrojó una manzana de oro hacia adentro con un escrito que decía: "Para la mas hermosa" y por esto comenzaron a pelear las tres diosas que se encontraban en la fiesta: Hera, Atena y Afrodita. Zeus envió a las tres al monte Ida cerca de Troya donde el príncipe París debió determinar quien era la más hermosa. Éste decidió que Afrodita era la más hermosa pero ésta debió regalarle a Helena (de Troya) para casarse. Eris era la encargada de llenar los corazones de odio ya que ella gozaba con ver sangre y guerra, por lo tanto nadie anhelaba ver a esta diosa. En el arte era siempre representada como una "vieja fea". Algunas escrituras la relacionan como hermana de Ares.
Dios del amor equivalente al romano Cupido.
En la mitología más antigua se le representaba como una de las fuerzas primigenias de la
naturaleza, el hijo de Caos, y como encarnación de la armonía y del poder creativo en el universo.
Pronto, sin embargo, se le consideró como un hermoso y apasionado joven, acompañado
por Poto o Hímero ("el deseo").
La mitología posterior hizo de él el permanente acompañante de su madre, Afrodita, diosa del
amor.
En el arte griego, Eros aparece como un joven alado, ligero pero bello, a menudo con los ojos
vendados como símbolo de la ceguera del amor. A veces llevaba una flor, pero mÁs comúnmente
el arco de plata y las flechas, con las que lanzaba los dardos del deseo en el pecho de dioses
y hombres.
Hija de Agenor, el rey fenicio de Tiro, y hermana de Cadmo, el legendario fundador de Tebas.
Una mañana, cuando Europa estaba juntando flores a orillas del mar, el dios Zeus la vio y se
enamoró de ella. Se presentó bajo la apariencia de un hermoso toro de color castaño, y la
convenció para que montara sobre su lomo. Al subirse Europa él salió a la carrera a través
del océano hasta la isla de Creta.
Minos y Radamantis fueron hijos de Zeus y Europa y llegaron a ser jueces de los muertos.
El rapto de Europa, título de un cuadro del pintor italiano Tiziano, también ha inspirado otras
muchas pinturas.(ver página "el rapto de Europa).
Llamadas también "las diosas de la venganza". Ellas eran tres y sus nombres eran Alecto (infinita),
Sifone (voz de venganza), Megaira (ataque de celos). Nacieron desde la sangre de Urano que después de su
castración habría caído sobre Gea. La una porta una culebra, la otra un látigo y la tercera
una antorcha y siguen sin piedad a los delincuentes que han hecho alguna fechoría pero especialmente
a los asesinos. Su poder era tan grande que los antiguos griegos no se atrevían nombrarlas.
Si ellas no estaban ocupadas en perseguir a alguien en la Tierra, se encargaban de castigar a aquellos que
estaban abandonados en el inframundo.
La leyenda cuenta que cuando Oresters mata a su madre Clytemnestra de venganza por su participación en la
muerte de su padre Agamenón el rey de Micena, las Furias lo siguieron sin compasión y en el santuario de Apolo
en Delfi exigieron venganza de sangre pero son persuadidas para que actuaran solamente por orden de los dioses los
cuales declararon que el caso sería llevado al antiguo tribunal de Atenas, de Areopagus. En éste tribunal
Atenea dictamina que Oresters quede libre con la condición de que éste deberá cumplir una
orden difícil. Despué de ésto las Furias fueron nombradas Eumeniden (las bienhechoras).
Personificación de la madre tierra e hija de Caos.
Fue madre y esposa del padre cielo, personificado como Urano. Ambos fueron los padres de las
primeras criaturas vivas, los titanes, los cíclopes, los gigantes, las furias los hecatonquiros (los
provistos de cien cabezas). Temiendo y aborreciendo a los monstruos, aunque eran sus hijos,
Urano los encerró en un lugar secreto de la tierra, pero dejó a los cíclopes y a los titanes
en libertad.
Gea, irritada por tal favoritismo, persuadió a su hijo, el titán Cronos, de derrocar a su
padre. Castró a Urano, y de su sangre Gea hizo nacer otra raza de monstruos, los gigantes, y
las tres diosas vengadoras, las Erinias (personificaciones femeninas de la venganza).
Su último y más terrible vástago fue Tifón, un monstruo de cien cabezas que, aunque vencido
por el dios Zeus, se creía que arrojaba chorros de lava fundida del monte Etna.
Cuando Gea se da cuenta que tanto su hijo Cronus y su marido Uranus se convirtieron en tiranos, predijo que
uno de sus hijos lo destronaría. Para evitar esto Cronus se comió a todos sus hijo con excepción
de su tercer hijo, Zeus, ya que Rea con ayuda de Gea lo llevaron y escondieron en una gruta en Creta y fue
criado por ninfas.
Cuando la segunda generació de dioses en el mundo reinaban, los Olímpicos, se casa Gea con Tartarus,
unión del cual nació Tifón que era un monstruo con cien cabezas y cola de culebra. Este monstruo
fue desafiado por Zeus y después de muchos combates salió triunfante.
La castración de Uranus por Cronus fue lo que motivó que la Tierra se separara del cielo.
Dios de los muertos. Hijo del titán Cronos y de la titánide
Rea y hermano de Zeus, Poseidón, Hera, Démeter y Hestia.
Cuando los tres hermanos (los hombres), se repartieron el
universo después de haber derrocado a su padre, Cronos, a
Hades le fue concedido el mundo subterráneo.
Allí, con su reina, Perséfone, a quien había raptado en el
mundo superior, rigió el reino de los muertos.
Aunque era un dios feroz y despiadado, al que no aplacaba ni
plegaria ni sacrificio, no era maligno. En la mitología
romana, se le conocía también como Plutón, señor de los ricos,
porque se creía que tanto las cosechas como los metales
preciosos provenían de su reino bajo la tierra. El mundo
subterráneo suele ser llamado Hades. Estaba dividido en dos
regiones: Erebo, donde los muertos entran en cuanto mueren,
y Tártaro, la región más profunda, donde se había encerrado
a los titanes. Era un lugar oscuro y funesto, habitado por
formas y sombras incorpóreas y custodiado por Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de
dragón.
Siniestros ríos separaban el mundo subterráneo del mundo superior, y el anciano barquero Caronte
conducía a las almas de los muertos a través de estas aguas. En alguna parte, en medio
de la oscuridad del mundo inferior, estaba situado el palacio de Hades. Se representaba como
un sitio de muchas puertas, oscuro y tenebroso, repleto de espectros, situado en medio de
campos sombríos y de un paisaje aterrador.
En posteriores leyendas se describe el mundo subterráneo como el lugar donde los buenos son
recompensados y los malos castigados.
Dios del fuego y de la metalurgia, hijo del dios Zeus y de la diosa Hera o, en algunos relatos,
solo hijo de Hera. A diferencia de los demás dioses, Hefesto era cojo y desgarbado.
Poco después de nacer lo echaron del Olimpo: según algunas leyendas, lo echó la misma Hera,
quien lo rechazaba por su deformidad; según otras, fue Zeus, porque Hefesto se había aliado
con Hera contra él.
En la mayoría de las leyendas, sin embargo, volvió a ser honrado en el Olimpo y se casó con
Afrodita, diosa del amor, o con Áglae, una de las tres gracias.
Era el artesano de los dioses y les fabricaba armaduras, armas y joyas. Se creía que su taller
estaba bajo el monte Etna, volcán siciliano.
A menudo se identifica a Hefesto con el dios romano del fuego, Vulcano.
Antiguo dios del Sol, hijo de los titanes Hiperión y tía, hermano
de Selene, diosa de la luna, y de Eos, diosa de la aurora.
Cada día, Helios conducía su carro de oro a través del cielo
proporcionando luz a dioses y mortales. Al anochecer se sumergía en el
océano occidental, desde donde era conducido en una copa de oro de
regreso a su palacio de Oriente.
Solo Helios podía controlar los feroces caballos que tiraban de su
carro fogoso. Su hijo Faetón murió después de convencerle de que le
dejara guiar el carro solar por el cielo, los caballos se espantaron,
Faetón cayó al mar y se ahogó. Se dice que Zeus se vio en la
obligación de intervenir para prevenir que la Tierra fuera abrazada
por el fuego.
Helios tuvo muchos hijos entre los cuales se cuentan a: Pasifae,
Faetón, Augeas, Circe, etc.
Venerado en toda Grecia, su culto principal se encontraba en Rodas.
El coloso de Rodas, una de las siete maravillas del mundo, era una
representación de Helios y el cual, debido a un terremoto, se derrumbó
en 226 a.C.
A menudo se le identifica con Apolo, dios posterior griego.
Reina de los dioses, hija de los titanes Cronos y Rea, hermana y mujer
del dios Zeus, su nombre significa "dama".
Hera era la diosa del matrimonio y la protectora de las mujeres casadas.
Se dice que era una diosa que los griegos sobretomaron de los antiguos
habitantes de la ciudad de Argos en el Peloponeso.
Era madre de Ares, dios de la guerra, de Hefesto, dios del fuego, de
Hebe, diosa de la juventud, y de Ilitía, diosa del alumbramiento.
Mujer celosa, Hera perseguía a menudo a las amantes y a los hijos de
Zeus. Nunca olvidó una injuria y se la conocía por su naturaleza vengativa.
Irritada con el príncipe troyano París por haber preferido a
Afrodita, diosa del amor, antes que a ella, ayudó a los griegos en la
guerra de Troya y no se apaciguó hasta que Troya quedó destruída. Hera
mandó dos culebras para que mataran al recién nacido Hércules (Heracles)
quien fuera engendrado por Zeus para que ayudara a favor de los dioses
en contra de los Gigantes.
Algunos mitos señalan también que Hefaístos era hijo de Zeus y Hera,
pero según otros, solamente de Hera.
Hera era adorada principalmente en Kreta y Samos. En este última isla
los Argonautas habrían erigido un gran templo a su nombre.
Se suele identificar a Hera con la diosa romana Juno.
Mensajero de los dioses, hijo del dios Zeus y de Maya, la hija del titán Atlas. Como especial
servidor y correo de Zeus, Hermes tenía un sombrero y sandalias aladas y llevaba un caduceo
de oro, o varita mágica, con serpientes enrolladas y alas en la parte superior. Guiaba a las
almas de los muertos hacia el submundo y se creía que poseía poderes mágicos sobre el sueño.
Hermes era también el dios del comercio, protector de comerciantes y pastores. Como divinidad
de los atletas, protegía los gimnasios y los estadios, y se lo consideraba responsable tanto
de la buena suerte como de la abundancia.
A pesar de sus virtuosas características, también era un peligroso enemigo, embaucador y ladrón.
El día de su nacimiento robó el rebaño de su hermano, el dios del sol Apolo, oscureciendo
su camino al hacer que la manada anduviera hacia atrás. Al enfrentarse con Apolo,
Hermes negó haber robado. Los hermanos acabaron reconciliándose cuando Hermes le dio a Apolo
su lira, recién inventada.
En el primitivo arte griego, se representaba a Hermes como un hombre maduro y barbado; en el
arte clásico, como un joven atlético, desnudo e imberbe como puede comprobarse en el Hermes
de Praxíteles, en Olimpia.
Por lo general, se reconoce a Hestia como una de las más antiguas personificaciones del hogar.
Los narradores de mitos la hacen descendiente de Rea y Cronos, es su hija mayor.
Los más afamados mitógrafos explican que la diosa Hestia alcanza su plena significación cuando
su simbolismo se hace extenso al propio centro de la tierra. En este sentido, ciertos
narradores clásicos afirman de la citada hija de Rea y Cronos que es la más fiel personificación
del fuego que arde en las entrañas más profundas de la tierra, las cuales coinciden con
su centro mismo. De ahí que, en ocasiones, se la compare con el "omfalos" u "ombligo del mundo".
Una leyenda que pasaba de generación en generación, mostraba a Delfos como único centro
del mundo. Y éste era el lugar ocupado por Hestia; había sido el poderoso Zeus quien así lo
determinara, pues las dos águilas que lanzara desde el oriente y el occidente de la tierra se
habían encontrado precisamente en Delfos; por lo que, de este modo, quedaba determinado el
verdadero centro del mundo.
Ella protegía el fuego sagrado del hogar; por ello, algunas tradiciones, la consideran también
como diosa del fuego. El mismo nombre "hestia", en griego, significa el lugar recóndito
e íntimo del hogar en donde se enciente el fuego en honor de los dioses que los antiguos
denominaban domésticos.
La misión más importante de una diosa como Hestia consiste en mantener siempre avivado el
fuego sagrado, ya que ello era símbolo de la vitalidad y la fuerza que latía en los individuos
y en las sociedades antiguas. Si el fuego llegara a apagarse, algún mal irreparable les
sobrevendría.
Por todo ello, la custodia del fuego sagrado era una de las más arduas cuestiones que podían
plantearse los antiguos mortales. La diosa Hestia tenía una gran responsabilidad y, para llevar
a cabo, de manera plenamente satisfactoria, su cometido, debería prescindir de ataduras y
pasiones. De ahí que, al decir de todos los narradores de mitos, se valorara tanto la exigencia
de pureza en la diosa. Esta debía mantenerse virgen por encima de todo. Por ello, una y
otra vez rechazaba con energía a todos sus pretendientes, y eso que entre ellos se encontraban
deidades tan apuestas como Apolo y Poseidón. Lo curioso es que en todos los escritos
clásicos se dice que fue Zeus, precisamente, quien ayudó a Hestia a mantenerse siempre virgen
y pura. ¿Cómo sería eso posible?, cuando se sabe que el rey del Olimpo era el más mujeriego y
enamoradizo de entre los dioses y los mortales. Sea como fuere, lo cierto es que la citada
diosa permanecií siempre "ávida de pureza" y mantuvo en todo tiempo y lugar "la vida nutritiva
sin ser fecundante" y nunca cometió falta alguna de castidad.
Diosa del arco iris, hija del titán Taumante y de Electra, hija del titán Océano.
Como mensajera del dios Zeus y de su mujer, Hera, Iris abandonó el Olimpo sólo para transmitir
los divinos mandatos a la humanidad, por lo que se la consideraba una consejera y una
guía.
Viajando a la velocidad del viento, podía ir de un extremo al otro de la tierra y también al
fondo del mar o a las profundidades del submundo. Aunque era hermana de los monstruos alados,
las harpías, Iris aparecía representada como una hermosa joven, con alas y con ropa de colores
brillantes y un halo de luz sobre su cabeza, atravesando el cielo con un arco de donde
proviene el término arco iris que formaba su estela.
En griego se llaman Moiren, las Moiras o Moiras que se deriva de la palabra griega "Moira", que significa "parte".
Por "parte" se entiende que las Moiras tienen un interés en determinar una parte del destino de las personas es decir, estas
Parcas (en la mitolog romana) "hilaban la trama de la vida humana". Moira fue una vez un nombre de Afrodita la cual tenía la misma función que
las Moiras.
En latín se les llama "parcae" que significa "parte", definición de la
cual se asemeja con la griega.
También se les llama Faten o Fatae que en latín, significa "destino".
Como hijas de Nyx (noche) habrían nacido de un grupo de espíritus y su destino era la supervisión de los bebés
y es por esto que algunos historiadores agregan que a cada nacimiento le determinaban el destino. Si ellas determinaban una muerte
aparecía inmediatamente Ceres (el mal), que era un espíritu femenino con dedos puntiagudos con sangre sobre
su vestimenta en señal de su fatal golpe que propinaba a sus víctimas para llevársela a la tierra de la oscuridad.
Los nombres de las Moiras eran:
- Cloto, la hilandera. Derivado de la palabra griega "klothein" que significa "arañas" y su atributo es la rueca. Ella suele ser
representada como una mujer vieja y fea.
- Laquesis, la dadivosa o repartidora. Ella "dá" o detiene el hilo de la vida. Sus atributos son una vara del destino o un
globo terráqueo con un lápiz.
- Atropos, lo inevitable. Su nombre proviene de las palabras griegas "a" que significa "no", y "Tropos", que significa "circulando"
o "cambiable", es decir "no se puede cambiar", ya que su decisión es definitiva. Esta diosa "corta" el hilo de la vida.
Sus atributos son un papiro y abuja para grabar, un lavabo y un reloj de sol. En su libro dibuja el destino predeterminado.
Estas decisiones de las Parcas son tan poderosas que incluso los dioses no pueden cambiar. Zeus tuvo que ver con impotencia cuando
su amado hijo Sarpedón debió morir.
Llamado el ángel o diosa de la venganza, era la personificación de la ira de los dioses. Ella estaba asociada con el castigo de los mortales que por su arrogancia y orgullo sucumbían. De ésta manera persiguió a Agamenón porque él fue muy arrogante cuando los griegos ganaron a los troyanos. En primera instancia Nemesis era una diosa de la suerte recibiendo como función extra la reposición del balance de la justicia y la venganza que iba apareada con la perturbación de éste balance. Una leyenda cuenta sobre Zeus el cual codiciaba a Nemesis quien poseía algo de la belleza de Afrodita. Éste la habría seguido por todo el mundo y para escaparse de él cambiaba siempre de forma. Así se transformó una vez en ganso y Zeus transformó a este ganso en un hermoso cisne "deshonrandola" de ésta forma y así fue que nació Helena de Troya del huevo que puso Nemesis. Algunas escrituras señalan que habría sido amamantada y criada por Leda, la señora del rey de Esparta. Tal vez crearon este cuento para justificar la cat´strofe de la Guerra de Troya. Tiempo más tarde los griegos identificaron a Nemesis con Adrastea la "inalcanzable". En el arte es ella generalmente pintada con un aspecto ardiente y con una balanza en una mano y en la otra un látigo o hacha.
Diosa de la noche. Pertenece a la primera generación de dioses que nació de Caos. Con su hermano Erebus dio la vida a Aether (Atmósfera)
y Hemera (Día) pero luego, por ella misma, dio a luz mas hijos como Thanatos, Oizys, Nemesis, Hypnos, Eris, Moira y algunas
otras leyendas le atribuyen también como hijos a Apate (engaño), Geras (Vejez), Ceres (Destino), Momos (Culpa) y Filotes
(Ternura).
En antiguos textos griegos aparece Nyx como una diosa con impresionantes alas negras la cual en el día en el inframundo vivía
y en la noche aparecía arriba.
Pegaso es un caballo alado. Su nombre proviene de la palabra griega phgh, que significaba manantial,
pues se decía que había nacido en las fuentes del Océano.
Hay varias versiones de su nacimiento. Por un lado se dice que habría nacido del cuello de la
Gorgona, cuando Perseo la mató en el mar. En esta perspectiva, resulta que su padre es Poseidón,
y Crisaor su hermano gemelo.
Otra versión sostiene que nació en la tierra, fecundado por la sangre derramada de la Gorgona,
cuando Perseo la mató.
Una vez que nació, Pegaso fue al Olimpo, donde se puso a las órdenes de Zeus, al llevarle el
rayo. El papel de Pegaso más importante es en la leyenda de Belerofonte, sobre la que hay
diversos argumentos. Por un lado, se decía que Pegaso había sido regalado a Belerofonte por
la diosa Atenea (diosa de la sabiduría), pero según otras historias fue Poseidón el que dio
el caballo a Belerofonte. También se contaba que el héroe lo había encontrado, cuando bebía
en la fuente de Pirene.
Fue gracias a Pegaso que Belerofonte pudo matar a la Quimera y lograr para sí solo, la victoria
sobre las Amazonas. Cuando Belerofonte muere, Pegaso volvió a la morada de los dioses. Tiempo
después, se dio el concurso de canto que enfrentó a las Musas con las hijas de Piero. El
Monte Helicón estaba muy complacido por la belleza de las voces, por lo que empezó a crecer
amenazando con llegar al cielo.
Al ver el peligro, Poseidón le ordenó a Pegaso que fuera y golpeara a la montaña con uno de
sus cascos para ordenarle que volviera a su tamaño normal, a lo que la montaña obedeció
dócilmente. Pero, en el lugar donde Pegaso la había golpeado brotó la Fuente Hipocrene, o
Fuente del Caballo.
Por último, Zeus lo convirtió en Constelación, para que fuera eterno. Cuando esto sucedió,
una pluma de sus alas cayó cerca de Tarso, y así la ciudad adoptó su nombre.
Perséfone era la diosa griega del Inframundo y la esposa de Hades. Los Romanos identificaban a Perséfone con Proserpina. Hades se enamoró de ella a primera vista. El decidió cargarla hacia su reino. Demetria era la madre de Perséfone. Ella anduvo por todo el mundo buscándola. Cuando supo el destino de su hija, Demetria le rogó a Zeus para que liberara a su hija. Por desgracia, Perséfone se había comido unas semillas de una fruta durante su estancia en el bajo mundo, y esto no le permitió irse para siempre. Después de mucho llanto y tristeza, a Perséfone le fue permitido pasar la mitad del año en la Tierra con su madre y la otra mitad del año en el Inframundo. Ella se convirtió en una alegoría de la muerte y renacimiento de las estaciones.
Dios del mar, hijo del titán Cronos y la titánide Rea, y hermano de Zeus y Hades.
Poseidón era marido de Anfitrite, una de las nereidas, con quien tuvo un hijo, Tritón.
Poseidón, sin embargo, tuvo otros numerosos amores, especialmente con ninfas de los manantiales
y las fuentes, y fue padre de varios hijos famosos por su salvajismo y crueldad, entre
ellos el gigante Orión y el cíclope Polifemo.
Poseidón y la Gorgona Medusa fueron los padres de Pegaso, el famoso caballo alado y desempeña
un papel importante en numerosos mitos y leyendas griegos. Disputó sin éxito con Atenea, diosa
de la sabiduría, por el control de Atenas. Cuando Apolo, dios del sol, y él decidieron
ayudar a Laomedonte, rey de Troya, a construir la muralla de la ciudad, éste se negó a pagarles
el salario convenido. La venganza de Poseidón contra Troya no tuvo límites. Envió un
terrible monstruo marino a que devastara la tierra y, durante la guerra de Troya, se puso de
lado de los griegos.
El arte representa a Poseidón como una figura barbada y majestuosa que sostiene un tridente y
a menudo aparece acompañado por un delfín, o bien montado en un carro tirado por briosos seres
marinos.
Cada dos años, los Juegos Ístmicos, en los que había carreras de caballos y de carros, se celebraban
en su honor en Corinto.
Los romanos identificaban a Poseidón con su dios del mar, Neptuno.
Madre de los dioses. Era una titánida, hija de Urano y de Gea, Cielo y Tierra, y hermana y
mujer del titán Cronos.
Durante mucho tiempo, Cronos y Rea gobernaron el universo. Como se le advirtiera a Cronos que
uno de sus hijos estaba destinado a quitarle el trono, intentó eludir ese revés de la fortuna
devorando a sus vástagos en cuanto nacían.
Al nacer su sexto hijo, el dios Zeus, Rea ocultó al pequeño en la isla de Creta y se burló de
su marido entregándole una piedra envuelta en pañales, que él devoró pensando que era un niño.
Después, cuando Zeus hubo llegado a la edad adulta, forzó a su padre a vomitar la piedra,
junto con los otros cinco niños que Rea había engendrado: Poseidón, dios del mar; Hades, dios
de los muertos; Démeter, diosa de la tierra; Hestia, diosa del hogar, y Hera, diosa del matrimonio,
quien llegó a ser la mujer de Zeus.
En la mitología romana, Rhea se identifica con Cibeles, la gran madre de los dioses.
En el principio de los tiempos Gea, concibió sin mancha a Urano (Ur-ana) que significa (rey de las montañas). Él
se asentó entre las montañas y desde allí alimentaba a su madre Tierra (Gea) con fructífera lluvia de la
cual ríos y lagos nacieron y con ellos todos los elementos de la naturaleza.
De la unión de Urano con Gea nacen tres monstruos varones, de Cíclopes, los cuales se revelan contra su padre y en castigo
son arrojados al abismo Tartaros (una parte del submundo). De esta unión también provienen los Titanes, los gigantes,
las furias los hecatonquiros y Meliae.
Gea dio a su hijo menor Crono una hoz de cuarzo para que vengue a su madre. Cuando Urano dormía se acercó Crono y
con su hoz lo castró y el ensangrentado órgano y esperma, Gea creó la vida de las Furias, ninfas y
demás gigantes. Después bajaron los Titanes en Tartarus para rescatar a los Cíclopes.
Dios del cielo y soberano de los dioses olímpicos. Zeus corresponde al dios romano Júpiter.
Según Homero, se consideraba a Zeus padre de los dioses y de los mortales. No fue el creador
de los dioses y de los hombres; era su padre, en el sentido de protector y soberano tanto de
la familia olímpica como de la raza humana. Señor del cielo, dios de la lluvia y acumulador
de nubes; blandía el terrible rayo. Su arma principal era la égida, su ave, el águila, su árbol,
el roble. Zeus presidía a los dioses en el monte Olimpo, en Tesalia. Sus principales
templos estaban en Dódona, en el Epiro, la tierra de los robles y del templo más antiguo, famoso
por su oráculo, y en Olimpia, donde se celebraban los juegos olímpicos en su honor cada
cuatro años. Los juegos de Nemea, al noroeste de Argos, también estaban dedicados a Zeus.
Zeus era el hijo menor del titán Cronos y de la titánida Rea y hermano de las divinidades
Poseidón, Hades, Hestia, Démeter y Hera. De acuerdo con uno de los mitos antiguos sobre el
nacimiento de Zeus, Cronos, temiendo ser destronado por uno de sus hijos, los devoraba cuando
nacían. Al nacer Zeus, Rea envolvió una piedra con pañales para engañar a Cronos y ocultó al
dios-niño en Creta, donde se alimentó con la leche de la cabra Amaltea y lo criaron unas ninfas.
Cuando Zeus llegó a la madurez, obligó a Cronos a vomitar a los otros hijos, que estaban
deseosos de vengarse de su padre. Durante la guerra que sobrevino, los titanes lucharon del
lado de Cronos, pero Zeus y los demás dioses lograron la victoria y los titanes fueron enviados
a los abismos del Tártaro. A partir de ese momento, Zeus gobernó el cielo, y sus hermanos
Poseidón y Hades recibieron el poder sobre el mar y el submundo, respectivamente. Los tres
gobernaron en común la tierra. En la obra del poeta griego Homero, Zeus aparece representado
de dos maneras muy diferentes: como dios de la justicia y la clemencia y como responsable del
castigo a la maldad. Casado con su hermana Hera, es padre de Ares, dios de la guerra; de
Hebe, diosa de la juventud; de Hefesto, dios del fuego, y de Ilitía, diosa del parto. Al mismo
tiempo, se describen las aventuras amorosas de Zeus, sin distinción de sexo (Ganímedes), y
los recursos de que se sirve para ocultarlas a su esposa Hera. En la mitología antigua son
numerosas sus relaciones con diosas y mujeres mortales, de quienes ha obtenido descendencia.
También sus metamorfosis en diversos animales para sorprender a sus víctimas, como su transformación
en toro para raptar a Europa. En leyendas posteriores, en las que se introducen
otros valores morales, se pretende mostrar al padre de los dioses a salvo de esta imagen libertina
y lasciva. Sus amoríos con mortales se explican a veces por el deseo de los antiguos
griegos de vanagloriarse de su linaje divino. En la escultura, se representa a Zeus como una
figura barbada y de apariencia regia. La más famosa de todas fue la colosal estatua de marfil
y oro, del escultor Fidias, que se encontraba en Olimpia.