En la mitología Efik, al sureste de Nigeria: El creador, Abassi, creó a dos humanos y decidió no permitirles que vivieran en la tierra. Su esposa, Atai, le persuadió para que a condición de que todos los días comieran con Abassi, la pareja humana pudiera vivir en la tierra. Para que cumplieran esta promesa, les prohibió cultivar la tierra o cazar y además no debían procrear por miedo a que pudieran superar a Abassi en sabiduría.<> Por algún tiempo la pareja respetó esta regla,pero sin embargo, la mujer empezó a obtener frutos de la tierra y dejaron de presentarse para comer con Abassi. Entonces el hombre se unió a su esposa en los los trabajos del campo y poco después tuvieron hijos entre los dos. Abassi culpó a su esposa Atai de lo que había sucedido y ésta, para calmarle ,le dijo que ella lo arreglaría. Entonces, Atai envió la muerte y la discordia a la tierra.
En la mitología dinka, Sudán del sur, la primera mujer. Ella es diosa y matriarca de las mujeres y de jardines. Su emblema es una pequeña serpiente. Ella es la madre de Deng (Danka).
Según la mitología del pueblo Lugbara, que mora en el área entre Zaire y Uganda, el cielo y
la tierra fueron creados por Adroa, deidad que se presenta con un carácter dual: el bien y
el mal. Es decir que, posee un temperamento bondadoso unas veces y cruel en otras. Según la
mitología del pueblo Lugbara, Adroa se aparecía a las personas que estaban a punto de morir.
Él era representado como un personaje alto y blanco y al que le falta la mitad del cuerpo,
es decir, con un solo ojo, una sola oreja, un solo brazo y una pierna. Tiene dos hijos, estos
son el Adroanzi. A éstos les gusta frecuentar los arrollos y los ríos, los árboles grandes y
las rocas. Les gusta la gente y se divierten siguiéndola por la noche. Son inofensivos
mientras uno no mire hacia atrás para verlos, de lo contrario pueden reaccionar violentamente
y hasta matar a quien les quiera ver.
Es un dios protector de los cazadores del Dahomey (Fon). Él está a cargo del desierto y de los bosques deshabitados (por personas), y los animales que habitan en este.
En ciertas regiones de Guinea, los indígenas rendían la máxima veneración al fetiche Agoyo, especie de ídolo del buen agüero o dios del buen consejo, que residía en casa del gran sacerdote o del brujo principal. Su forma era rarísima, casi inconcebible: una talla de unos cuarenta centímetros de altura, medio hombre y medio sapo, adornada con cintas rojas lo mismo que la vasija invertida que le servía de pedestal. En la cabeza llevaba un extraño tocado terminado en un dardo, constituido por un lagarto bajo una media luna, otro más pequeño y horizontal, un trozo de lanza, plumas, serpientes y más lagartos, todo esto se colocaba en una mesa con tres cuencos y dieciocho bolitas de barro. Para consultar a este ídolo era preciso hacerle un sacrificio acompañado de un espléndido regalo al brujo mayor, que tenía la exclusiva de ese oráculo; si, al verter las bolitas varias veces en los cuencos, salía un número impar, la respuesta era afirmativa y, en caso contrario, negativa.
Esta diosa popular es adorada en ibo de Nigeria. Ella es responsable de los ñames (patatas dulces), un ingrediente central en la dieta del ibo, y de las mujeres que cuidan para ellas.
La gente del yoruba de Nigeria honra a esta diosa del bosque. Ella enseña a sus fieles el uso de las hierbas medicinales encontradas en los bosques africanos.
Es un dios del Lotuko, gente sudanesa. Se creía que él era benévolo, pero solamente si los hombres elegían tenerlo (adorarlo) como tal. De hecho se cuenta una historia, de una madre, de una familia de Lotuko, que imploró Ajok para que resucitara a su niño muerto. El dios accedió a su petición, pero el marido de la mujer enojado, reprendió a su esposa, matando al niño. Ajok, molestado, declaró que nunca mas él resucitaría un Lotuko, entendiendose que la muerte sería permanente para su gente.
Ala es la diosa del ibo (Nigeria) de la tierra. Ella es la hija del dios supremo Chuku y se le considera la madre de todas las cosas. Ella es la diosa de la fertilidad y de la muerte. Ella da a luz en el principio y da la bienvenida a los muertos de nuevo en su matriz. En Nigeria, en donde todavía la adoran, tiene templos situados en el centro de las aldeas, en donde tiene una estátua rodeada por las imagines de otros dioses y animales. Entre la gente del ibo, ella es una de los divinidades más populares.
En la mitología Asante o Ashanti en Africa del oeste: Entre los personajes míticos Asante destaca Anansi, también llamado "la araña", hijo del dios Nyame, que era el dios del cielo y de Asase Ya, diosa de la tierra y de la fertilidad. Anansi, es un intermediario entre Nyame y los seres vivos de la tierra. El es el responsable de traer la lluvia para apagar los fuegos del bosque y determina las fronteras de los océanos y de los ríos durante las inundaciones.<> Anansi, a veces, es considerado como el creador del sol, de la luna y de las estrellas, así como quién instituyó la sucesión del día y de la noche. También se cree que él creó el primer hombre, a quien Nyame insufló la vida. Se dice que él enseñó a la humanidad cómo sembrar el grano y cómo utilizar la pala en los campos. Su carácter de astuto, habilidoso y dominador de todo tipo de tretas y trucos hacen de él uno de los personajes más populares de la mitología asante. Se hizo nombrar como el primer rey de los seres humanos e intentó casarse con la hija de Nyame, por quien fuera rechazado.
Es el mal, principio representado en forma de reptil, a quien se le ofrendaba carne humana.
Entre los pigmeos de Zaire es el dios del cielo y de la luna. Arebati, llamado afa, "padre", creó al primer ser humano de barro, cubrió el barro con una piel, y vertió sangre en ella, dándole así la vida.
Es uno de los dioses mas importante para la gente de Akampa, Kenia. Este dios tiene un doble
aspecto; él es #4;el señor fuerte", por sobre los espíritus, pero también misericordioso. Como
dios de la consolación y del sustento, él interviene cuando la ayuda humana es lenta o ineficaz.
Lo suponen haber dicho, "soy yo quien hizo a la gente; quién ame, él prosperará; y
quién rechace, él morirá". Asa también se conoce como: Mwatuangi, "distribuidor", Mulungu,
#4;creador", y Mumbi, "decente".
Es el dios etíope del cielo. Él forma una tríada de dioses con el dios Beher del mar y el dios Mahrem del guerrero. Astar es el tercero en la fila.
Es una diosa del efik $0;Nigeria), esposa de Abassi. Ella convenció a su marido que permitiera que, fueran puesto dos seres humanos en la tierra, pero estos no debían procrear ni debían trabajar, de modo que no excedieran Abassi en la sabiduría. Cuando los seres humanos rompieron esta prohibición de Atai, ella mató a ambos.
Es el dios de las aguas claras del Ngbandi de Zaire del norte.
Es un dios-pez que es venerado en Dahomey (Benin, África occidental).
Dios etíope del mar. En la tríada de dioses (con Astar y Mahrem), él es el primero en la fila.
Para los negros de la Costa de Oro, el buen principio era Boson, dios de color blanco. Es por eso que muchas veces esos negros retuvieron a los primeros blancos que los visitaban, por que les consideraban dioses.
Es el dios supremo de la gente del akan de Ghana. Se le denomina como "él que sabe y ve todo".
Es un dios del cielo de África del oeste.
En la mitología Boshongo en Zaire, África del oeste: Bumba, dios del cielo, creador supremo, creador de todo lo que conocemos, vivía sólo en el agua ya que, en el principio había solamente oscuridad y agua y Bumba estaba sólo. Un día, se puso enfermo del estómago, sintió nauseas y comenzó a vomitar hacia arriba. Primero vomitó el sol y así la luz se difundió por todas partes. El calor del sol hizo que parte de las aguas primitivas se secasen, de manera que en algunas zonas empezó a aparecer tierra seca. Después Bumba vomitó la luna, las estrellas y la Tierra de forma que la noche tuvo también su luz. Pero continuaba enfermo y entonces vomitó nueve animales: un leopardo, un águila, el cocodrilo, Yo (un pequeño pez), una tortuga, Tsetse (el rayo, que fue expulsado de la tierra por ser causa de constantes problemas), una garza blanca, un escarabajo y una cabra. Después, vomitó a sus tres hijos llamados Nyonye Ngana, Chongannda y Chedi Bumba. Todos ellos, animales y humanos acabarían de crear todo lo que faltaba, cada uno en su especialidad. Así, el escarabajo creó al resto de los insectos, etc. Cuando finalmente la obra de la creación estuvo acabada, Bumba se paseó entre los pueblos y dijo a los hombres: "Mirad todas estas maravillas. Os pertenece". Del dios Bumba, el creador, el "Primer Antepasado", proceden todas las cosas y todos los seres.
Es el dios principal de los bosquimanos de Suráfrica. Cagn era el primer ser que ordenó que todas las cosas se levantaran (nacieran). Él creó los animales para servir al hombre.
Dios y creador supremos del Isoko de Nigeria meridional. Cghene se considera alejado de los asuntos humanos y por lo tanto se adora poco, no teniendo ningún templo o sacerdote.
"gran arco en los cielo". Es el dios supremo del Tumbuka en Malawi, él es un dios de gran fuerza y alcance, un mismo-creado y omnisciente (que sabe todo). Él es también el dios de la lluvia del Tumb.
Es una deidad suprema de los Igbo, districto de Calabar, Nigeria del este: Chukwu, es el creador y se cree que todo lo bueno viene de él. Él es el creador y trae las lluvias que hace que las plantas crezcan. Ciertos árboles se dedican a él, y se celebran ofrendas en los árboles de algunos bosques. Su esposa es Ala, que a veces se le presenta como su hija. El sol es su símbolo. Se cuenta que una vez envió como mensajero un perro a los humanos para que les explicara como debían enterrar a sus muertos. Debían ser colocado en la tierra y cubrirlos de cenizas, de esta manera después volverían a la vida. El perro, sin embargo, iba cansado y no acababa de llegar donde los humanos, por lo que Chuku envió una oveja con el mismo mensaje. Pero la oveja constantemente se iba parando para comer por el camino y tardó mucho, y cuando llegó se le había olvidado las palabras exactas que tenía que transmitir y dijo a los humanos que enterraran los muertos en la tierra. Cuando por fin llegó el perro, éste les dió el mensaje correcto, pero no le hicieron caso, y así es que la muerte fue establecida en la tierra.
El pueblo dinka es un pueblo nativo del Valle del Nilo, en la zona sur de Sudán. Deng, es el dios creador, además, es el dios del cielo, también se le considera dios de la lluvia y de la fertilidad. Él es hijo de la diosa Abuk.
Entre la gente de Kurumba en África, es el dios del agua, de la lluvia y del viento. Él dio las primeras semillas de alimentos a los seres humanos.
Es el dios del trueno del songhai (río superior de Niger).
En la mitología shaona, Zimbawue, tienen como divinidad creadora a Dziva. Esta deidad femenina es generalmente de carácter benévolo, pero, como sucede con otras deidades (dios Adroa de los lugbara), tiene también un aspecto oscuro en su naturaleza.
En la mitología Maasai y Samburu: Engai es el Dios Supremo. Hay dos aspectos diferentes en
Engai: Engai Narok, el Dios negro, el Dios bueno y benévolo; y Engai Na-nyokie, el rojo o
vengativo. El Dios negro se muestra a través del trueno y es el que trae las lluvias, la
hierba para las vacas y la prosperidad para la comunidad; el Dios rojo se expresa a través
de relámpagos violentos que pueden golpear y matar, y es el responsable de las sequIacute;as que
traen el hambre y la muerte. Para los Maasai y Samburu, Ngai o Engai es el amo de la vida y
de la muerte.
Engai tenIacute;a tres hijos a quienes les dio tres regalos. El primero recibió una flecha para
ganarse la vida cazando, el segundo una azada para cultivar la tierra y el tercero un palo
para conducir los rebaños. Este tercer hijo cuyo nombre era Natero Kop, es el padre de estos
pueblos ganaderos. Desde entonces se consideran los guardianes del ganado.
Dios de la lluvia del Maasai en África del este. Todo el Masaai puede adorar a En-Kai , pero solamente el iloibonok (los medicina-hombres) está en la comunicación diaria con él a través de sueños, de trances, y de muestras. A través de ellos, se debe obtener su aprobacion para, cualquier acción importante.
Diosa de la familia y del guardiana del destino. Se cuenta que cuando ella vio que su tribu perdIacute;a una batalla, ella se ofreció sacrificarse para evitar que costara mas vidas a su gente, y se enterró viva en el campo de batalla; con esta acción salvo a su tribu.
Es una diosa de la tierra que se casó con el dios del cielo, Ebore.
Eshu es el dios "marrullero" o "embaucador" del pueblo yoruba en África occidental. Es mensajero y medidador entre dioses y hombres, y es personaje clave de la adivinación: "la piedra angular de la cultura yoruba", un ritual que armoniza y equilibra las fuerzas en conflicto que existen en el mundo. Pero como sucedía con el dios nórdico Loki, Eshu está relacionado a la vez con los ajogun (dioses maléficos) y los orisha $0;dioses benéficos), estableciendo vínculos entre ambos. Al igual que Loki, a veces se le ha identificado (equivocadamente) con el diablo cristiano. La ira de los ajogun, puede aplacarse haciendo sacrificios a Eshu. Quizá la mejor manera de definir su rol, sería el de dios del Destino.
Los Achantis de la Alta Guinea creen que Eweer es el cielo visible, que se cubre con un velo azul, y las nubes son sus vestidos o adornos.
Faro es el dios del cielo y del agua de los bambara (Mali, África occidental). Según cuenta la mitología bambara, Faro se quedó embarazado por la oscilación del Universo, y dio a luz a varios gemelos, los antecesores del ser humano. Faro dio agua a todas las criaturas vivientes y enseñó a la humanidad el uso de las palabras, las herramientas, la agricultura y la pesca. Los espíritus omnipresentes le sirven como mensajeros y representantes. Además, Faro está continuamente revisando y reorganizando el cosmos y cada cuatrocientos años vuelve a la Tierra para comprobar que todo funciona con armonía.
En la mitología Songye: Fidi Mukullu es quien creó todo lo que conocemos. Después de haber
creado los árboles bananeros, cuando los plátanos estaban maduros envió al sol a recogerlos.
El sol le devolvió un cesto lleno de plátanos y Fidi Mukullu le preguntó si él había comido
alguno. El sol contestó "no" y el Creador decidió ponerlo a prueba. Hizo bajar al sol a un
agujero excavado en la tierra y le preguntó que cuándo saldría, a lo que le respondió : "Mañana
por la mañana, temprano". Efectivamente, el próximo sol salió al día siguiente temprano
y así comprobó Fidi Mukullu su honestidad. Luego le hizo traer los plátanos maduros a la luna
y le sometió a la misma prueba y también ella salió airosa. Luego propuso lo mismo a un
humano pero éste se comió parte de los plátanos y cuando Fidi Mukullu le preguntó si había
comido alguno el lo negó. Entonces le sometió a la misma prueba y el hombre dijo que él quería
dejar el agujero al final del quinto día. Pero él nunca consiguió salir. Fidi Mukullu
dijo, "el Hombre mintió. Eso es por lo que el hombre se morirá y nunca reaparecerá."
En la mitología kongo: Funzi es un herrero mítico que recibió el regalo del fuego de Nzambe, dios del río. (Actualmente, todo el pueblo Kongo utiliza la palabra Nzambe para nombrar al dios de la mitología o religión cristiana). Funzi enseñó cómo trabajar el hierro y el cobre con el fuego y se dice que también era capaz de fabricar el relámpago.
En la mitología Baganda : En un principio, la tierra estaba habitada por Kintu, el primer
hombre, que vivía con una vaca de la que obtenía alimento. El cielo estaba habitado por Gulu,
el Señor del cielo, que vivía con sus hijos e hijas. Un día, Nambi, hija de Gulu, andaba
por la tierra con otros de sus hermanos y se encontró con Kintu. Nambi y Kintu se gustaron
y decidieron vivir juntos. Para ello, Nandi pidió permiso a su padre, a quien la idea no le
gustó. Para conocer la valía de Kintu le sometió a cuatro pruebas antes de consentir que se
casara con su hija. Gulu encerró a Kintu en una cabaña donde había tanta comida como para
que comieran cientos de personas, y le dijo que tenía que acabar toda esa comida. Kintu comió
mucho, y cundo ya no pudo más ocultó el resto en un agujero en el suelo y Gulu comprobó
que no quedaba ya comida. Entonces, Gulu le dio un hacha de cobre y le dijo que tenía que
partir rocas como si fuera leña. Kintu encontró una roca resquebrajada y acabó de descuartizarla
hasta que los trozos parecían astillas. Como tercera prueba le dio una vasija de barro
y le pidió que la llenara con agua de rocía. Mientras se desesperaba pensando en cómo llenarla,
Kintu levantó la tapa y encontró la vasija llena. Finalmente, Gulu robó la vaca de
Kintu y mientras éste la buscaba, una abeja le dijo a Kintu que su vaca estaba entre el ganado
del tercer rebaño de Gulu. Kintu reconoció a su vaca y la recuperó pero además, la
abeja le indicó varios becerros que eran hijas de su vaca y también se las llevó. Solo entoneces
Gulu consintió que Nandi se fuera a vivir a la tierra con Kintu, pero les aconsejó
que se marcharan en secreto para que Walumbe, hermano de Nambi no se enterara pues de enterarse
no les llevaría mas que desgracias. Nambi y Kintu tomaron sus vacas, una cabra, una
gallina, un ñame y un plátano y se marcharon. Mientras ellos descendían, Nambi se dio cuenta
de que había olvidado traer el mijo para alimentar a la gallina. Nandi le dijo a Kintu que
tenía que volver para recoger el mijo y, aunque éste se opuso, ella volvió por el mijo. Encontró
a Walumbe quien insistió en acompañarles a pesar de la oposición de Nambi y Kintu.
Poco tiempo después, tuvieron hijos y un día, Walumbe fue a casa de Kintu y le pidió a su
cuñado que le diera un hijo para que le ayudara con los quehaceres en su casa. Pero recordando
lo que Gulu les advirtió, Kintu se opuso y Walumbe se marchó enfadado ante la negativa
de Kintu. Esa misma noche, Walumbe fue a casa de Nambi u Kintu y mató a uno de sus hijos.
Entonces, Gulu envió a la tierra otro de sus hijos, Kayikuuzi, para que obligara a Walumbe a
volver al cielo. Kayikuuzi intentó convencer a Walumbe para subir al cielo pero este no quería
y Kayikuuzi decidió capturarle por la fuerza. Se entabló una gran pelea entre ellos y
cuando Walumbe estaba a punto de ser dominado escapó y desapareció en la tierra. Kayikuuzi
lo persiguió y excavó grandes agujeros en la tierra para encontrarlo. Cuando Kayikuuzi descubrió
donde se escondía, Walumbe se escapó de la tierra. Se dice que las cuevas que se encuentran
en Ttanda Ssingo son algunas de las que excavó Kayikuuzi.
Dios Supremo de las tribus de hotentotes del África. Creador del primer Hotentote. Como este cometió inumerables pecados, el dios se indignó y lo maldijo, lo que por rechazo, provocó tal dureza de corazón en los desendientes del primer hombre negro, que no se preocuparon de rendir veneración al Ser divino. Gundya vive en el cielo, más allá de la Luna, no se preocupa de los humanos ni para bien ni para mal. Y a veces tiene el capricho de pasar temporadas en el mundo, bajo la apariencia de un hermoso hotentote, confundiéndose con los demás y sin que estas estancias terrestress tengan la menor consecuencia o significado.
El espíritu más importante de la costa occidental de África se llamó Horey (Horei). Era un espíritu maligno y recibía un culto muy intenso para aplacarle. Se decía que durante las solemnidades que se le dedicaban solía emitir terribles mugidos, señal de que era necesario disponer alimentos bajo un árbol para aplacarle. Si no quedaba satisfecho, se creía que se tragaba a alguno de los asistentes hasta que satisfacía su tremenda voracidad con más manjares, y no faltaba el dorador suyo que afirmaba con toda seriedad haber sido tragado y luego devuelto por el terrible Horey.
Los Cafres del África reconocen a un ser supremo de las Aguas, llamado Icanti o Icante.
Este, recibía ofrendas de animales, que en lugar de quemarse se arrojaban al agua.
En la mitología de los banyarwanda (viejos distritos de Ankole y Kigezi, cerca Ruanda) es el dios creador, visto como un dios generoso y piadoso. Él gobernó sobre todos los seres vivos y les dio la inmortalidad, dando caza a un ser conocido como "Muerte". Según cuenta la leyenda banyarwanda, la Muerte era un animal salvaje y despiadado que representaba el estado de la muerte. Mientras Imana estaba de caza, todo el mundo debió resguarse o esconderse, de manera que la Muerte no encontrase a nadie a quien cazar o en quien refugiarse. Pero un día, mientras cazaba, una mujer mayor fue hasta el jardín para recoger algunas verduras. La Muerte se escondió rápidamente bajo su piel y fue conducida al interior de la casa de la mujer, escondida en ella. La mujer murió; tres días después del funeral, su hija política, que la odiaba, vio grietas donde ella fue enterrada, como si hubiese salido reviviendo de nuevo. La chica rellenó las grietas con más tierra, golpeó el suelo con un pesado mortero y gritó: "¡Quédate muerta!". Dos días después, hizo lo mismo al ver más grietas en la tumba de la difunta. Tres días más tarde no hab&iaacut;a ninguna grieta para que ella la sellase con tierra. Esto significóó el final de la posibilidad para el ser humano de volver a la vida. La Muerte se había convertido en algo siempre presente. Otra leyenda dice que Imana castigó a la mujer dejando que la muerte viviera con el hombre.
En la mitología Alur: Reconocen a Jok como el dios que creó todo lo que conocemos. El significado literal de su nombre es "Creador", también él es conocido como Jok Odudu, "dios del nacimiento". Siguiendo la mitología Alur, el mundo está lleno de Djok, espíritus y se cree que los antepasados se manifiestan a los vivos en forma de serpiente o rocas grandes. Se celebran ofrendas en los bosque en casos de necesidad, como puede ser la falta de lluvias, siendo una cabra negra el animal más comUacute;nmente utilizado.
En la mitología Shilluk: En cada región del mundo por donde Juok, el creador, viajó, creó seres humanos con la tierra que encontró en cada lugar, por lo que dependiendo del color de la tierra que encontraba asIacute; salian las personas. Cogió un trozo de tierra y primero le puso los brazos y las piernas, dándole la capacidad para trabajar; después le puso los ojos y le dio la capacidad de ver; luego la boca, y le dio la capacidad de comer y alimentarse; luego las orejas y le dio la capacidad de oir. Finalmente, le dio la capacidad de hablar.
Entre los bosquimanos africanos, Kaang es considerado como el creador de todas las cosas.
Pero según la mitología bosquimana, Kaang se marchó del mundo por la oposición que encontró
en él; así, recibiendo desobediencia de los primeros seres humanos que creó, envió fuego y
destrucción a la Tierra y se marchó al final del cielo. Kaang es el dios de los fenómenos
naturales y está presente en todas las cosas, pero especialmente en la mantis religiosa y en
el gusano. Además este dios está relacionado con muchos mitos y figura como un héroe mitológico
en muchas ocasiones.
Originalmente Kalunga fue el dios ancestral de los lunda de Angola, Zaire y Zambia. Más tarde, se convirtió en un ser supremo, dios del cielo y de la creación. Él es el que todo lo ve y el que todo lo sabe, y es el juez de los muertos, cuyas decisiones se caracterizan por su compasión y sabiduría. Como dios de los muertos está relacionado con el inframundo y el mar.
Nombre del Ser Supremo, entre los negros de las costas Malgaches como creador de todo lo que
existe. Creían que todos los bienes dimanan de él. Sin embargo no le concedían una duración
eterna. Tendría, por sucesor, otro ser que debía castigar el vicio y recompensar la virtud.
Todos los pueblos de esta costa hacen remontar a este dios el origen de la circuncisión, a
la cual sujetan hijos desde la edad de seis meses. Aunque el pueblo parezca penetrado de
respeto hacia este ser, y que tengan de él una fe muy elevada, hasta el punto de no atreverse
a explicarlo, sin embargo todo su culto se dirige a los espíritus de los muertos.
Dios de la mitología Khoisan. Se considera que Kauha es un embaucador , y muchas de las historias tratan sobre los trucos que Kauha empleaba con su familia y los animales que habitaron la Tierra, antes de que se fuera a vivir en el cielo.
Entre los pigmeos de África central, Khonvoum es el dios creador; Khonvoum gobierna sobre los cielos y durante la noche, recoge trocitos de estrellas y los arroja al sol para que éste pueda emerger el día siguiente con todo su esplendor. Se dice que, Khonvoum creó al hombre blanco y al hombre negro, a partir del barro blanco y del barro negro, y a los pigmeos los creó del barro rojo. Khonvoum también es el gran cazador y lleva un arco hecho con dos serpientes que se aparece ante los mortales como un arco iris. Para ellos, además, creó la jungla con su abundante vegetación y vida animal.
Fetiche de los pueblos del Congo, de caracter acuático, ya que de él depende la lluvia, el trueno y el rayo, la pesca y la navegación fluvial, medio principal de comunicación de un territorio exuberante, donde las selvas impenetrables borran todos los caminos. Este fetiche tiene forma de saco de arena cerrado con dos cuernos y plumas en la parte alta.
Leza fue el dios supremo de África central y es el dios que creó el mundo; la lluvia fue también creada por Leza. El cielo era gobernado por *eacute;l. Hacía viento cuando él soplaba, y había truenos cuando él golpeaba. Leza dio a la gente del África central sus costumbres.
Los malgaches, habitantes de la Madagascar, veneraban un fetiche llamado Makemba, este cuidaba especialmente del rey y de sus dignatarios, su forma era una trenza de tres cabos atada con una cinta a la que colgaban conchas, huesos, plumas y otras cosas semejantes. Su culto consistía en aspersiones hechas sobre el fetiche y sobre el rey por los brujos, y en la impregnación de un líquido rojo, que también servía para los amuletos y que recuerda el uso del ocre rojo, símbolo de la vida, por los hombres prehistóricos.
En la mitología kongo: Mami Wata es un espíritu femenino que vive en el agua, en los ríos y arrollos, aunque a veces también se le presenta viviendo en el mar. Se dice que tiene el pelo oscuro largo, piel muy fina y ojos irresistibles. Aunque ella puede aparecer en los sueños y visiones como un ser marino hermoso, con cola, también se dice que puede aparecer por las calles de una ciudad moderna con la forma de una mujer preciosa y evasiva. Como ella está interesada en todo lo contemporáneo en sus ofrendas se incluyen perfumes, gafas de sol, Coca-Cola y dulces de importación. Los colores de Mami Wata son rojos y blancos. Con esos colores son con los que ella tienta y atrae y las personas a las que consigue subyugar pueden padecer de esa obsesión como de una enfermedad. Aquellas personas que tienen un concepto más positivo hacia este espíritu demuestran sus bendiciones usando el color blanco. Se dice también, que Mami Wata puede acarrear desgracias en la tierra, pero también puede dar abundancia a sus fieles, sus "hijas" o a sus esposos. Mami Wata es tema de poesías, canciones, pinturas, esculturas de madera y ahora películas.
En la mitología Bambara: Con leves peculiaridades, su mitología coincide con la de otros
grupos de ascendencia Mande. En la mitología Mande, en el principio, existía solo Mangala.
Mangala tenía dentro de sí una energía dual, masculina y femenina. Con ambas, hizo una semilla
que sembró, pero decepcionado del resultado destruyó el mundo que había creado. Lo intentó
de nuevo, pero esta vez separó ambas energías en dos semillas diferentes. Las puso en
una sola matriz en forma de huevo y volvió a repetir la operación hasta ocho veces. Estas
semillas se transformaros en peces. Todo iba bien hasta que Pemba, uno de los peces masculinos,
intentó escapar del huevo y cogiendo parte de la matriz la tiró fuera del huevo y así
se creó la tierra. Para restablecer la situación de tranquilidad anterior, Mangala utilizó a
Farro, hermano de Pemba, para destruir a éste. Mangala tomó al que estaba en la izquierda de
la placenta y lo transformó en el sol, asociando así a Pemba con la oscuridad y a la noche.
Farro y otros gemelos fueron transformados en seres humanos. Farro, tras dominar el uso de
la palabra, y los otros gemelos se casaron entre ellos pero nunca gemelos entre sí. Ésta es
la base de la exogamia entre los Mande. Después, un desconocido llamado Sourakata llegó del
cielo con el primer tambor sagrado, un martillo y el cráneo de Farro. Sourakata comenzó a
tocar el tambor y a cantar para que viniera la primera lluvia. Sourakata es el primer mago
(nyamakalw) Mande. Los Bambara consideran a Faro como la divinidad que controla el cielo y
el agua. Faro da el agua a todas las criaturas vivas y enseñó a los humanos el uso de las
palabras, de las herramientas, de la agricultura y de la pesca. Cada cuatrocientos años
vuelve a la tierra para verificar que todo continúa en armonía.
Era una especie de dios de los habitantes del Congo, depositario de los juramentos, especializado en la caza y en la justicia. Ante &eaacute;l juraban los acusados, asegurando su inocencia; si era cierta, no les ocurría nada, en caso contrario caían muertos instantaniamente ante la figura de Maramba, colocada encima de un cesto a la entrada de su templo-cabaña. Se le dedicaban los muchachos en cuanto llegaban a la pubertad, hacia los doce años, y se le ofrecían las primeras libaciones de los banquetes de los personajes importantes.
Entre los mundang del Congo, Massim-Biambe es el omnipotente dios creador.
Dios de los Achantis de la Alta Guinea. Mawu tiene dos hijos, Mahov Sodza, bueno, y Mahov Sogblé, malo, que represetan los dos aspectos opuestos de su padre, concebido como ambivalente, caso que recuerda el de otras regiones más desarrolladas, como el brahmanismo.
En la mitología fen (en la zona oeste de Bantu), Mbere es el creador. Según cuenta la leyenda él creó al hombre del barro, pero originalmente su creación fue un lagarto, a quien colocó en el gran mar de agua durante cinco días. Al quinto día, Mbere miró y vio al lagarto; volvió a mirar al octavo día y el lagarto había desaparecido. Pero cuando el lagarto emergió del agua, era un ser humano, "Gracias" le dijo el hombre a Mbere.
El dios creador y primitivo de los mongo del norte de Zaire es Mbomba. Mbomba es también el señor de la vida y de la muerte. Y el sol, la luna y la humanidad son sus niños. También se le conoce con el nombre de "Nzakomba".
En la mitología Mbuti: Cuando Mugasa, dios del cielo, aún vivía entre los humanos impuso a éstos una sola ley : podían comer las frutas de todos los árboles, excepto la fruta de un determinado árbol. La gente respetaba siempre esta ley pero un día, una mujer embarazada pidió a su marido que le trajese fruta del árbol prohibido. El hombre, queriendo complacer a su compañera fue a escondidas al bosque y tomó de esa fruta. Pero la luna le vio y se lo contó a Mugasa. Este se enfadó y mandó la muerte a los seres vivos y él abandonó la tierra para vivir siempre en el cielo.
Entre los bosquimanos herero de Namibia, Mukuru es el dios primitivo y creador de su pueblo.
El dios Mukuru se encontraba solo, sin padres ni compañeros, y mostró su amabilidad dando la
lluvia de la vida, sanando a los débiles y sosteniendo a los ancianos. Los herero creen que
sus jefes son reencarnaciones de Mukuru y que continúan la obra de Mukuru.
En todo el este de África, desde los kamba en el norte hasta los zambesi en el sur, Mulumgu es el nombre extendido del dios creador. Muchas personas, como los nyamwezi de Tanzania, le consideran el dios del cielo, cuya voz es el trueno.
Los Achantis de la Alta Guinea tienen también como dios a Njamié, divinidad del destino, significa el "resplandeciente", y es a la vez el dios del cielo.
En la mitología Dinka: Nyalitch es considerado como el único dios del pueblo Dinka, Él es el
dios del cielo y de la lluvia y el señor de de los espíritus de los antepasados. Al principio
Nyalitch estaba siempre muy cerca del hombre vivió junto a él y éste era inmortal igual
que Nyalitch. Los humanos en aquel tiempo no tenían enfermedad alguna y no pasaban nunca
hambre, teniendo el mijo que cada día Nyalitch les daba para alimentarse. Un día, Abukn , la
primera mujer que Nyalitch había creado, ansiosa por moler más rápido el mijo utilizó un palo
tan grande en el mortero que golpeó el cielo. Esto encolerizó a Nyalitch que se retiró de
la tierra y dejó solos en esta a los humanos. Desde entonces el país se ha estropeado, y los
hombres están ahora sujetos a la muerte, la enfermedad y el hambre.
Abukn, la primera mujer, es considerada como la patrona de la mujeres, los huertos y campos.
Se le suele representar como una pequeña serpiente.
En la mitología Fang: En el principio sólo existía Nzame, que tenía tres divinidades: Mkwa,
Nzalan y Mebere. Nzame creó el universo y la tierra y le trajo vida. Las tres partes de Nzame
estaban admirando esta creación y pensaron que había que crear quien gobernara la tierra
y creó el elefante, el leopardo, el antílope y el mono, pero pensaron que había que crear un
goberante mejor. Entre los tres hicieron una nueva criatura en su imagen, y le llamaron Fam
(poder), y le dijeron que gobernara la tierra. Pasado un tiempo, Fam se volvió arrogante,
maltrataba a los animales y dejó de rendir culto a Nzame. Nzame, enfadado, llamó a Ntzalan
(trueno) y mandó truenos y relámpagos y destruyó todo lo que existía, excepto a Fam a quien
había prometido la inmortalidad. Nzame decidió renovar la tierra y probar de nuevo. Puso una
nueva capa de tierra al planeta y creció un árbol en ella. El árbol dejó caer semillas de
las que crecieron más árboles. El árbol dejó caer algunas de sus hojas en el agua y se volvieron
en peces, y dejó caer otras hojas en la tierra y se conviertieron en animales. La
tierra requemada por el trueno quedó debajo y la prueba es que si se excaba profundamente se
encuentra esa tierra a la que llamamos carbón. Más tarde, Nzame decidió crear un nuevo hombre,
pero esta vez lo haría mortal, y le llamó Sekume, que es el padre de todos nosotros.
Hizo a Sekume con Gnoul (cuerpo) y Nissim (alma). Nissim le da vida a Gnoul. Cuando Gnoul se
muere, Nissim sigue vivo. Nissim vive en el ojo. El punto brillante que hay en el centro del
ojo es Nsissim. Más tarde, Nzame le dijo a Sekume que cogiera un árbol e hiciera con él una
mujer. Así lo hizo y le llamó Mbongwe, que es la primera mujer y la madre de todos nosotros.
Entre los dos tuvieron muchos hijos. Y ¿qué pasó con Fam?. Un día Sekume cogió a Fam, hizo
un profundo agujero en la tierra y metió en él a Fam, poniendo una gran figura de Nzame, de
piedra, taponando la entrada. Pero Fam hizo túneles debajo de la tierra hasta que consiguió
salir fuera. Entonces, al encontrarse con que Sekume, Mbongwe y sus hijos se habían adueñado
de la tierra. Enfurecido, se oculto en los bosques y en el agua donde mata a las personas y
hunde los barcos.
En la mitología Ekoi: En un principio sólo existían los dioses Obassi Osaw y Obassi Nsi y entre los dos crearon todo lo que conocemos. Un día Obassi Osaw hizo a un hombre y una mujer, y los puso en la tierra, y Obassi Nsi les enseñó a cultivar la tierra y a cazar para alimentarse. Cuando acabaron la creación, Obassi Osaw decidió vivir en el cielo y Obassi Nsi optó por mantenerse en la tierra. El dios que vive en el cielo nos da la luz y la lluvia, pero también las sequías y las tormentas. El dios de la tierra nos alimenta y devuelve a la tierra a las personas cuando éstas mueren.
Obatala, uno de los dioses más importantes para los yoruba; Obatala es el creador del cuerpo humano, en el cual su padre Olorun introdujo el alma.
En la mitología Yoroba, Ogun, es el dios del hierro y la tecnología moderna.
En la cultura Yoroba, Olorun ("el dueño del cielo"). No existe ningún tipo de sacerdocio organizado o templos en honor de Olorun, aunque se le invoca pedir su bendición. Según la religión Yoruba cuando una persona muere su alma entra en el reino de los antepasados desde donde ellos continúan teniendo influencia sobre las cosas de la tierra. Anualmente, los cabezas de linaje son responsables de honrar a todos antepasados en lugares mantenidos expresamente para este fin. Se cuenta que, el gran dios Olorun, pidió a Orishala que bajase del cielo y crease la primera tierra en Ile-Ife. Orishala se retrasóó y fue su hermano Oduduwa quien cumplió esta tarea. Afortunadamente, más tarde otros dieciséis orisha descendieron de los cielos para crear al ser humano y vivir con él en la Tierra.
Dios de los negros de las regiones de Benín, Togo, Dahomey y parte de las costas del golfo de Guinea. Olucún era un dios marino, del que abundan sus representaciones.
Dios de los negros de las regiones de Benín, Togo, Dahomey y parte de las costas del golfo de Guinea. Dios supremo, creador del universo y de los hombres. Su bondad era tan infinita, que nadie se preocupaba por rendirle culto ni de agradecerle, razgo común a muchos pueblos africanos.
Los ovambo se ubican en la zona norte de la sabana del suroeste africano, en concreto en Angola y Namibia. En la mitología de los ovambo Pamba es el creador y el sustento de la vida.
En el panteón de la cosmogonía Yoruba, Shango (Sango o Sagoe), el dios del Trueno, ocupa una
posición importante. Crea el trueno y los relámpagos lanzando "piedras del trueno" a la tierra.
Los sacerdotes van al sitio donde ha caído un relámpago para buscar la piedra lanzada
por Shango. Se cree que estas piedras tienen poderes especiales, y se guardan en templos
dedicados a Shango. Este, tiene cuatro esposas, cada una de las cuales es materializada a
través de un río de la tierra Yoruba. Su esposa principal, Oya, es representada por el Río
Níger.
Los malgaches, habitantes de la Madagascar creían en Taivadu, dios que disponía de un ejército de diablos, causantes de todo mal en las enfermedades, la muerte y las catástrofes, a pesar de su tamaño diminuto que no excedía un centímetro.
Los bambuti cuentan que Tore, el Señor de los animales y de la caza, se manifiesta como tormenta y que se oculta en el arco iris. Tore suele representarse en los ritos de iniciación en forma de leopardo.
En la mitología del pueble Zulú, Umvelinqangi es el dios creador y omnipresente, que se manifiesta en forma de trueno y terremoto. Él es el creador de los primeros juncos de los cuales emergió el dios supremo Unkulunkulu.
Los Cafres del África, reconocen una especie de ser supremo, el gran espíritu Unchulogu, superior a las almas de los muertos y a las almas de las cosas al que se le sacrificaban animales.
Es una divinidad creadora para el pueblo basari de Togo, en África occidental.
Dios de los Zulús del África. Conservador de la humanidad. Salió de un tronco primitivo o de
un cañaveral, igual que los hombres. Disponía de la muerte y la vida, se cuenta que envió al
camaleón Unawabu a los hombres con la noticia de que nunca morirían; pero este animal se
entretuvo tanto durante su trayecto, que dio tiempo a que el Gran Espíritu cambiara de parecer
y mandara a un lagarto llamado Intulo con la noticia contraria, y se dió tanta prisa éste
que llegó antes que el camaleón, decidiendo así, para siempre, el destino de los hombres.
Los Zulús sienten por esta razón, igual antipatía por los camaleones que por los lagartos.
Para los kavirondo (los vusugu) asentados en Kenia, Wele es el dios supremo de su panteón.
Wele, creó en primer lugar los cielos, el sol, la luna y los otros cuerpos celestes. Pero
el sol y la luna luchaban entre sí, de modo que Wele se vio obligado a separarlos y decretó
que cada uno de ellos ocuparían solamente el cielo en horas alternas. Después, Wele creó las
nubes, el relámpago, las estrellas, la lluvia, los arco iris y el aire. Finalmente creó la
tierra y a la humanidad para que compartieran las riquezas de la tierra con el resto de los
seres creados. Pero una vez, Wele, disfrazado de camaleón, vino a comprobar cómo iban las
cosas en la tierra y cuando se presentó ante los humanos éstos se negaron a compartir los
alimentos con él. Enfadado, maldijo al agricultor y a su descencencia y les castigó con la
pérdida de la inmortalidad.
El mito de creación del pueblo kavirondo es claramente un mito desarrollado en varias fases.
Nuevamente nos encontramos ante un ejemplo de divinidad con doble aspecto, ya que Wele aparece
de dos maneras: como Omuwanga, el dios "blanco" bondadoso, y como Gumali, el dios "negro"
que trae el infortunio y castiga.
Los malgaches, habitantes de la Madagascar reverenciaban a un dios supremo, benéfico, conocido como Yachar o Jachar, que carecía de estatuas, culto, altares y no recibía ofrendas y demás honores, porque por su bondad, no era preciso propiciarlo, y además sabía lo que el hombre precisaba y las necesidades que tenían. Yachar tenía a sus órdenes una legión de espíritus benéficos, especie de ángeles de color, a él se enfrentaba el espíritu del mal, Angat, y el mal supremo, Taivadu.