Es una cara de mujer puesta de frente, llena toda su superficie de ojos. Denota la vigilancia con que el caballero guarda su honor.
Tienen la cabeza y el pecho de mujer, el resto lo es de águila con sus alas y plumas. Se pintan con las alas extendidas y siempre de frente. Su simbolismo ha sido el de soldado audaz, que aprovecha la confusión del enemigo en el combate para atacar y vencerle. Eran diosas de la tormenta las cuales, en una batalla, atacaban a los heridos y se los llevaban. También robaban niños. En un principio fueron descritas como diosas aladas con un hermoso cabello, pero después, como espantosos monstruos.
Esta leyenda constituye el 5º trabajo de Heracles.
Vivían en un bosque impenetrable inmediato al lago Stinfalos (nombre también de una ciudad
de Arcadia hoy en ruinas cerca de Kionia, el lago se llama actualmente Zaraka). Se habían
multiplicado tanto y eran tan dañinas que se comían los frutos y cosechas y además también
carne humana.
Eran aves monstruosas, las favoritas de Ares y cuando estaban irritadas lanzaban sus plumas
como flechas. La gran dificultad era hacerlas salir del bosque donde se escondian.
Heracles (Hércules) se sirvió de unas castañuelas de bronce, que le dio Atenea que eran
obra de Hefestos, cuyo ruido era leve, pero no había medio de soportar. El héroe las hizo
salir y luego las mató con sus flechas.
Heracles espantando a los pájaros simbolizaba al dios solar que ponía en fuga a los pájaros
negros de las tormentas, es decir a los vientos tempestuosos (Ares era dios de las tormentas)
cuya furia es siempre destructora.
Monstruo del estrecho de Mesina, vecina de Escila. Era hija de Gea y de Poseidón.
Zeus la fulminó a causa de su voracidad, y la precipitó al mar. En él quedó transformada en
un monstruo que devoraba todo cuanto pasaba a su alcance y constantemente agua, que sorbia
para escupirla al punto tras haber engullido cuanto de sólido encontraba dentro, incluidos
los navíos de los que escupía solo las tablas.
Aparece en la Odisea donde se cuenta que Ulises consiguió escapar dos veces de ella.
Eran feroces "gente-caballos", que vivían en forma acelerada en Tesália. Eran mitad gente,
desde el torso para arriba, y mitad caballo, el resto del cuerpo.
Eran los descendientes de Ixión y la nube de lluvia Néfele metamorfoseada por Zeus a imagen
y semejanza de la diosa Hera, a la cual él primero había pretendido sacrílegamente. De esta
unión nació Kentauro quien tuvo unión con algunas yeguas magnesias, o de Apolo y Hebe cuyos
hijos fueron los Centauros. Vivian agrupados en manadas. Ellos simbolizaban la oscura e
indomable fuerzas de la naturaleza.
La mitología cuenta que Néfele tuvo a punto de ser la responsable de la muerte de su querido
hijo Frixo. Lo que sí está bien establecido, es que estos centauros, invitados a la celebración
de la boda de Pirítoo, el lapita, y de la gentil Deidamia, no supieron soportar
los efectos del abundante y fuerte vino que allí se servía y al que no estaban en absoluto
acostumbrados. Terminaron tan embriagados, que no supieron contenerse y se lanzaron, siguiendo
el ejemplo de Eurito sobre cualquier doncella o muchacho en sazón, y a todos violaron sin
más contemplaciones. Eurito, como jefe de aquel salvaje grupo, tomó a la novia para
sí, violándola para su placer, y dando con ello la señal a sus compañeros centauros, que
ebrios sólo esperaban una excusa cualquiera para dispararse en sus excesos. Casi sin poder
salir de su espanto, el resto de los invitados se abalanzó sobre los energúmenos, y un
grupo fue directamente a atajar la acción del cabecilla Eurito, atacándole con dureza y
mutilándole el rostro. En ese momento se desataron los rencores que yacían soterrados entre
las dos comunidades, entablándose el primero de los feroces combates entre lapitas y centauros,
combate entre los arrabiscados invitados a la boda interrumpida, que terminó en una
carnicería y con su apresurada huída.
Se dice que no todos los centauros eran agresivos, ya que algunos de ellos mostraron un
carácter sabio y bondadoso como lo eran: Folo, que acogió a Hércules, Quirón, el único
Centauro inmortal, etc.
Era un perro hijo de Equidna (la víbora hija de Tártaros y Gea) y de
Tifón el hermano de ésta, y hermano del perro Orto, la hidra de Lerne
y la Quimera.
Era el perro del Hades y guardaba el reino de los muertos impidiendo
que salieran éstos y que entraran los vivos.
Tenía tres cabezas y una cola formada por una serpiente. En el lomo
tenía infinidad de cabezas de serpientes.
Heracles, en su 12º trabajo le sacó de los infiernos y luego lo devolvió
a su lugar. Orfeo le durmió con su lira cuando fue a rescatar a su
esposa Euridice. Cerbero acaricia con su cabeza a los que entran en
los infiernos pero luego no les deja salir. Siempre al acecho, devora
a quien pretende franquear sus puertas (Hesiodo: Teogonía).
Personificaba las tinieblas de la noche.
Era hijo de Forcus y de su hermana Ceto, ambos titanes hijos de Gea y Pontos, hermano de
las Gorgonas y las Forcides. Otros autores afirmaban que era hijo de Tifón y Echidna.
Guardaba las manzanas del Jardín de las Hespérides, y a las Herpérides mismas, que asimismo
custodiaban el Jardín de los dioses, donde nacían las manzanas de oro, y los manantiales de
los que brotaba la ambrosía.
Las manzanas fueron robadas por Hércules en su 11º trabajo. El Dragón fue muerto por Hércules
y transportado al cielo por Hera donde se convirtió en la constelación de la serpiente.
A veces un grupo de marineros creían ver varias islas, pero al acercarse, las islas parecían consistir en una masa de cabezas,
cuernos y tentáculos ondulantes, los cuales, a los barcos más grandes eran capaces de agarrar y hundir.
Las historias entorno del Kraken, son probablemente basado en "avistamientos reales", por marineros, de estos animales varados en la playa.
Se nombran dos posibilidades que se relacionan con dos diferentes pulpos:
Se deriva de los calamares gigantes realmente existente, que puede ser incluso más grande que el gigante de cristal. Esta es una especie
de calamar que vive sólo en las profundidades del mar, pero rara veces la mar lo tira a la superficie.
El monstruo fue creado de acuerdo a las observaciones reales de pulpos existentes como el "Enteroctopus dofleini", un pariente lejano
del común "ocho brazos" u "Octopus vulgaris" .
Grandes monstruos marinos aparecen habitualmente en muchas mitologías. Así, en la Odisea de Homero, aparece un monstruo, cuando
Ulises navega a lo largo de Scylla.
En 1555 Olaus Magnus escribió en un libro sobre la historia de los escandinavos sobre un extraño monstruo. El obispo de Nidaros
encontró un Kraken en la costa, pero pensó que era una roca. Él puso un altar sobre la espalda del Kraken e hizo una misa. El monstruo esperó hasta que
el obispo había terminado y luego se deslizó suavemente en el mar y desapareció.
La leyenda se distribuyó en inglés por el popular poema El Kraken por Alfred Tennyson, en 1830 se publicó. Este poema es un soneto irregular.
La descripción de Tennyson influencia a Julio Verne con un enorme pulpo en el escenario en el libro Veinte mil leguas de viaje submarino de 1870, capítulo I.
Era un monstruo cuyo cuerpo era de mujer pero terminaba en una cola de serpiente. Era hija
de Tártaros y de Gea, otros como Hesiodo la hacen hija de Forcus y Ceto (hijos ambos de
Pontos y Gea y padres de las Gorgo), y aún otros la harán hija de Stix o de Crisaor.
Moraba en una cueva de Sicilia (o en el Peloponeso según otros) y se apoderaba de los caminantes
matándolos a continuación.
Uniéndose a Tifón engendró a los perros Ortos y Cerberos, al perro de Haides y a la Hidra
de Lerne.
Unida a su hijo Ortos, dio nacimiento a la Sfigx (la Esfinge) y al León de Nemea.
Fue muerta por Argos (el de los cien ojos) que la sorprendió dormida. Fue originariamente
la personificación de la nube de tormenta, de negros repliegues tantas veces comparada a la
serpiente de la mitología aria, nube que era compañera natural del huracán. Había sido
originariamente una divinidad de la tempestad y del invierno.
Poseidón se enamoró de Escila. La esposa de Poseidón, Amfitrite, por medio de un filtro
mágico que le dio Circe, convirtió a su competidora en un monstruo de seis cabezas y doce
pies, rodeado de seis perros furiosos que devoraban a quién pasara a su alcance.
En la Odisea, Escila devora a seis compañeros de Ulises cuando el héroe pasaba por el estrecho
de Mesina donde el monstruo tenía su morada.
Según otra tradición, quien la transformó en monstruo fue Circe la maga a quien Glaucos
abandonó por Escila, o bien Poseidón, por la misma razón.
Se atribuía la muerte de Escila a Heracles. Cuando el héroe atravesó la Italia meridional
al volver con los bueyes de Gerioneus, el monstruo devoró a varios, por lo que Heracles
luchó con ella y la venció.
Aparece en el mito de Edipo.
Era hija del perro Ortos, hijo a su vez de Tifón y Echidna, y de su propia madre Echidna.
Tenía cuerpo de León y cabeza de mujer. Fue el monstruo enviado a Tebas por Hera para castigar
el asesinato de su rey Laios, que a su vez había amado con amor culpable a Crisipo,
el hijo de Pelops.
La esfinge se estableció en una montaña situada al oeste de Tebas, muy cerca de la ciudad,
donde detenía a todos los que pasaban para proponerles enigmas. Al no acertarlos, los mataba.
Cuando Edipo se los acertó, desesperada se arrojó desde lo alto de una roca matándose.
Los enigmas propuestos por la Esfinge solían ser dos:
Ave fabulosa, que era un símbolo solar. El primero en hablar de ella fue Heródoto. Se la
suponía originaria de Etiopía y relacionada con el culto al sol de los egipcios. Tenía más
o menos el tamaño de un águila, con plumas rojas, azules, púrpura y blancas y en cuanto a
belleza superaba al pavo real.
Cuando el alma del ave sentía próximo su fin, formaba un nido con plantas aromáticas que
eran consumidas por el sol con sus rayos y allí moría.
De las cenizas del fénix nacía un gusano o un huevo según los autores, de donde salía una
nueva ave, la cual transportaba los despojos de su padre-madre, pues era un ser andrógino,
al altar del sol en Heliópolis (Egipto).
Se le atribuyó una extraordinaria longevidad alrededor de 500 o 600 años, apareciendo el
primer Fénix en tiempos de Sesostris.
Existe una teoría que asimila al Fénix con el planeta Mercurio y que considera la autocremación
del ave fabulosa como el símbolo del paso de Mercurio por la órbita solar y muy cercano a
este, para volver a hacerse visible tras pasar el sol.
Las aves que acompañaban al Fénix en su vuelo a Heliópolis no serían otra cosa que las estrellas
que parecen rodear al planeta.
Era un animal fabuloso, de medio cuerpo para arriba águila y de medio cuerpo para abajo
león.
Aparece por primera vez en una crátera consagrada en el Heraeron de Samos.
Se les consideraba guardianes de tesoros y consagrados a Apolo, defendían su oro contra la
codicia ajena.
Aparecen también en otra leyenda como guardianes del vino de Dionisos.
Sobre todo en las leyendas del norte aparecen con frecuencia esos hombres-lobo, que muchas veces se mezclan con los otros hombres. Siempre persiguen a las mujeres y a los niños, a las mujeres para poseerlas y a los niños para devorarles. Los hijos de las mujeres fecundadas por un hombre-lobo, no eran auténticos hombres-lobo, pero huían de sus casas y muchas veces desaparecían para no regresar sin que se supiera lo que había sido de ellos. Según la leyenda los hombres-lobo se podían reconocer por las cejas siempre pre-pobladas y reunidas encima de la nariz y por una gran mancha peluda que tenían en la espalda.
Es un animal fabuloso que figura en el escudo de armas de la casa real de Inglaterra. En realidad es un caballo con un solo cuerno que le sale de la frente y se proyecta hacia adelante. No se sabe que este tipo de caballo haya existido jamás, pero mucha gente, sobre todo entre los anglosajones han creído en su existencia. Según la leyenda es un caballo salvaje que nunca pudo ser domado. Corre muy ligero pues tiene las patas finas y ligeras como los ciervos. Es fama que solo la voz de alguna muchacha bella pudo lograr dominarlo, produciéndole como un encantamiento. Entonces el unicornio recostaba la cabeza sobre el regazo de la muchacha. A pesar de que el unicornio no ha existido jamás, algunos cuernos a los que se le atribuían grandes virtudes eran considerados como de este animal. Y en la Edad Media se daba mucha importancia a la posesión de uno de estos cuernos de unicornio que cualquiera sabe de donde salían.
Matarla constituyó el 2º trabajo de Heracles.
Hija de Tifón y de la víbora Equidna (hijos de Gea y Tártaros). Hermana de Cerberos, de la
Quimera y del perro Ortros.
Era un dragón enorme con nueve cabezas (o cien según quien lo cuente), que habitaba en el
pantano de Lerne no lejos del golfo de Argos. Su aliento era mortal, y aún dormida la bestia,
este aliento era suficiente para causar la muerte.
Había sido criada por Hera, y Heracles en compañía de Iolaos, por mandato del rey Euristeus
se dirigió allí para matarla.
Llegados a la fuente de Aminone que servía de refugio a la bestia, empezó a asetearla con
flechas encendidas y después a aplastarle las cabezas con su maza. Pero de cada cabeza que
aplastaba surgían dos nuevas. Entonces llamó a su sobrino Iolaos, y este incendió el bosque
inmediato. Con tizones ardiendo, empezó a chamuscar las cabezas de la Hidra a medida que
aparecían. La última la cortó Heracles con su espada, la metió en el suelo y colocó una
gran piedra encima.
A continuación mojó sus flechas en la sangre de la Hidra, que era un poderosísimo veneno.
Estas flechas le sirvieron para continuar con mas facilidad sus siguientes trabajos.
También denominada Águila Imperial o explayada, se la puede clasificar dentro de la categoría de figuras naturales. Se ha empleado mucho en las armerías de todo el mundo, sobre todo en las de los soberanos. Por sus dos cabezas ha simbolizado en algunos casos los Imperios de Oriente y Occidente, admite algunas variedades en su esmaltación. Ha sido siempre emblema de poder.
Su muerte constituye el tercer trabajo de Heracles.
Jabalí que vivía a orillas del Erimanto, monte de la Arcadia y la Elide (hoy se llama Olonos),
y nombre también de un afluente del Alfeios, (hoy Diminiza o Azicolos).
El héroe fue en su búsqueda, le obligó con gritos a salir del cubil, le persiguió hasta
hacerle caer en un barranco lleno de nieve, y allí tras acabar de fatigarle se apoderó de
él. Al verle llegar Euristeo con el jabalí a la espalda se metió en una gran tinaja.
A la caza del jabalí va unida la lucha contra los centauros. Para los habitantes de la
Arcadia el jabalí no era otra cosa que el río que a principios de primavera se desbordaba a
través del valle del Psofis, al que asolaba antes de desembocar en él Alfeios.
Heracles persiguiendo al animal, era el sol de verano que secando sus aguas les salvaba.
En el Rig-Veda, Rudra padre de Maruts (viento) es invocado como un jabalí celeste, los dardos
del rayo escapan de una nube tempestuosa que tiene forma de jabalí con los colmillos de
acero, monstruo que es vencido por Indra.
En la mitología del norte Wodan, dios de la tempestad, tiene junto a él un jabalí, personificación
del viento tempestuoso que acompaña a la tormenta y que en la tierra destroza todo
con su ímpetu violento.
Hijo de Ortros (hijo de Tifón y Equidna) y de Equidna. Su muerte constituye el primer trabajo
de Heracles.
Criado y colocado en la región de Nemea por Hera, devoraba habitantes y rebaños y tenía
como guarida una caverna con dos salidas. Era invulnerable a toda clase de armas.
Heracles trató primero de matarlo con sus flechas, pero en vista de que no le hacían mella,
le persiguió a su guarida, entró tras él cerrándole una de las salidas y se lanzó sobre él
ahogándole.
Intentar despellejarlo, le resultó imposible porque ni el hierro ni el fuego hacían mella
en él, hasta que se le ocurrió utilizar las garras del mismo león. Una vez despellejado se
vistió con su piel y se fue a Tirintos a ver al rey Euristeus quien le había encargado el
trabajo. Cuando Eristeus le vio vestido así, le prohibió entrar en la ciudad y le ordenó
que, en adelante, dejase en las puertas el botín de sus victorias. Nemea es una ciudad de
la Argólide.
Es una cabeza de hombre con dos caras, la una opuesta a la otra. La mitología afirma que estas dos caras servían para mirar lo pasado y lo venidero. Es emblema del cuidado que un príncipe ha de tener en ver y oír las necesidades de su pueblo para que, en vista de lo pasado, provea el presente y a las contingencias futuras.
Era un perro hijo del monstruo Tifón y la víbora Echidna, ambos hijos de Gea y Tártaro.
Hermano de Cerbero, de la hidra de Lerne y de la Quimera.
Unido a su madre dio nacimiento a la Esfinge y al León de Nemea. Guardaba junto a Crisaor
los rebaños del sol y fue muerto por Heracles. Simboliza la luz pálida del crepúsculo.
Era un caballo alado que aparece en el mito de Perseo y en el de Bellerofontes principalmente,
siempre como aliado de Zeus.
Era hijo de Poseidón y de la gorgona Medusa (hija de los titanes Forcus y Ceto). Su nombre
recuerda a la palabra pege=manantial, que brota de la tierra. Igualmente Hipocrene (el manantial
del caballo), se dice que brotó de una roca del monte Helicón, herida por los cascos de Pegaso.
Tras nacer echo a volar, no parando hasta Corinto donde, sediento se detuvo a beber.
Bellerofonte al verlo trató de montarlo, pero todos sus esfuerzos fueron en vanos. Por consejo
del adivino Polidós fue a pasar la noche al templo de Atenea (gran divinidad en Corinto), y
la diosa se le apareció en sueños y le entregó un freno de oro diciéndole que se lo enseñase
a Poseidón, al tiempo que le hacía el sacrificio de un toro blanco. Obedeció el héroe y
tras cumplir lo ordenado se acercó a Pegaso que se sometió dócilmente, aceptó en freno divino
y en adelante fue su cabalgadura.
Cuando el héroe pretendió llegar en su caballo hasta el Olimpo fue arrojado de él por los
dioses y se mató.
Pegaso continuó su vuelo hacia lo más alto del cielo, donde quedó por fin convertido en una
constelación.
Terrible serpiente que vivía junto a Delfos, al pie de una fuente, aterrorizando a hombres
y ganados. Fue muerta por Apolo porque perseguía a su madre por orden de Hera.
Según otra versión, Apolo la mató porque, como hija de la tierra, Pitón daba oráculos y
Apolo quería poner el suyo en Delfos.
Personificaba el torrente que al comenzar la primavera desciende del Parnaso y se precipita
en una cascada entre las rocas Nauplia e Hiampleia, saltando despu&eoacute;s por las terrazas del
anfiteatro de Delfos antes de discurrir por el valle de Peistos donde, crecido por las lluvias,
arrastra cuanto encuentra. El sol del verano (Apolo) es el único que puede reducir al
monstruo.
Hija de Tifón y la Víbora Echidna (Hijos de Gea y Tártaros), hermana de Kerberos, Ortros y
la Hidra de Lerne.
Animal fabuloso con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente que respiraba llamas.
Iobates rey de Licia, ordenó a Bellorofontes que la matase, lo que este consiguió montando
sobre Pegaso.
Para los griegos eran demonios marinos, mitad mujer, mitad pájaro, fueron mencionadas por
primera vez en la Odisea.
Atraían con su canto a los navegantes y cuando acercaban el barco, este se rompía en los
escollos y ellas bajaban a devorar sus cadáveres.
Un oráculo predijo que el día que cruzase un navío sin hacerlas caso morirían, lo que pasó
al lograrlo Ulises. Desesperadas se arrojaron al mar y se ahogaron.
Sobre su origen hay varias leyendas. Ovidio dice que en un principio no tenían alas (en la
Odisea eran dos, luego su número creció hasta cuatro), y que eran compañeras de Perséfone.
Cuando esta fue raptada por Hades, pidieron alas a los otros dioses para buscarla por tierra
y por mar.
Otra tradición dice que fue Demeter quien las transformó, como castigo por dejar que su
hija fuese raptada.
Otra cuenta, que fue Afrodita por haberse estas vanagloriado de despreciar los placeres del
amor. Y aún otra afirmaba que fueron las Musas por querer competir con ellas en el canto
las que las convirtieron en pájaros.
En el mundo romano se solían confundir Nereidas con Sirenas. También estaban presentes en
la mitología germana y en la celta como seres medio humanos(as) medio pez. El cambio hacia
la especie zoológica en la que hoy se las conoce se terminó de producir en la época medieval.
Se pinta de sinople al natural y con forma de lagartija. La tradición constante de este animal es que arrojado al fuego, no solo no muere, sino que cobra vida y fortaleza; de aquí que simbolice un espíritu que, arrojado a los peligros de incendios, se conserva ileso, y también el que purificó su honor entre contradicciones y riesgos.
Tiene su parte superior de hombre y la inferior de caballo. Está armado con un arco y flecha. Se pinta del color del caballo, del cual procede. Simboliza al igual que el Minotauro, político sabio y diestro en el arte militar.
Eran espíritus salvajes del bosque, de naríz aplastada, pelo en el pecho. Tenían también
dos cuernos, orejas, cola y a veces pezuñas de un carnero. Juguetón como ellos eran, andaban
siempre tras las ninfas del bosque y molestaban a la gente ingenua.
Las representaciones romanas confundían a los sátiros con los faunos, quienes solían tener
piernas de chivo. La confusión ha perdurado incluso en obras de arte contemporáneas, como
el "fauno danzante" de Lequesne, que es más bien un Sátiro.
Se les ha representado en varias edades de su vida. Los menores son llamados satyrisci, y
se les representa como graciosos jóvenes: el sátiro Anapauomenos (en descanso), atribuido a
Praxíteles, es el mejor ejemplo. Los sátiros mayores son llamados silenos, por Sileno, preceptor
de Dioniso, y se les representa como de una gran fealdad. Aparecen a menudo con una
copa o un tirso en la mano, en actitud de bailar con las ninfas.
Scylla es uno de los dos monstruos del mar en la mitología griega (el
otro ser Charybdis) que vive en un lado de un canal estrecho del agua.
Esto se ha asociado tradicionalmente al estrecho de Messina entre Italia
y Sicilia pero esta teoría se ha desafiado y la ubicación alternativa
del cabo Skilla en Grecia del oeste del norte se ha sugerido más
recientemente. Scylla tiene la superficie y torso de una mujer, pero
desde los flancos de ella crecen seis cabezas de perro y su cuerpo debajo
de estas brotan doce patas caninas y la cola de un pescado. Ella
era uno de los niños Phorcys y Ceto conocido como el Phorcydes.
Según algunos mitos, relatan que era una hermosa ninfa del mar y que
era deseada tanto por Zeus y Poseidón. La celosa Cirse la transformó en
un monstruo del mar.
Gea furiosa por la derrota y prisión que Zeus había impuesto a sus hijos los Titanes, le
calumnió ante su esposa Hera, que encolerizada corrió a pedir a Cronos un medio para vengarse.
Cronos le dio dos huevos untados con su propia simiente, enterrados debían dar
nacimiento a un demonio capáz de destronar a Zeus. Este demonio fue Tifón.
Otros autores lo hacían hijo de Hera sola, sin principio masculino.
Era un ser monstruoso que sobrepujaba en talla y fuerza a todos los demás hijos gigantescos
de la tierra. Su cabeza daba a veces con las estrellas, como dedos tenía cien cabezas de
dragones, de su cintura para abajo estaba rodeado de víboras, su cuerpo era alado y sus
ojos despedían llamas.
Cuando los dioses lo vieron huyeron todos menos Zeus y Atenea. Zeus le lanzó varios rayos y
con ellos su arpé (garfio de acero) pero solo le hirió, y en la lucha, que se desarrolla
por toda la tierra tifón acabó llevando ventaja y cortó a Zeus los tendones de brazos y
piernas escondiéndolos en una caverna. Pero Hermes y Pan los encontraron volviéndoselos a
poner a Zeus.
Entonces se reanudó la lucha, huyendo siempre Tifón cuando atravesaba el mar de Sicilia,
Zeus le lanzó el Etna y le aplastó. Las llamas que salen del volcán son las que vomita el
engendro infernal o lo que queda de los rayos de Zeus.
Tifón unido a Equidna (la Víbora) fue padre de Ortros, Cerberos, la Hidra de Lerne, la Quimera,
Gerión, la Gorgona y la Esfinge. Representaba ademós a los torbellinos huracanados, a
los de humo. No era solo el monstruo cuyo soplo húmedo desencadenaba las tempestades, sino
el gigante cuyo aliento abrasador escapaba por el cráter de los volcanes y de él procedían
todos los malos vientos.
En la mitología egipcia era Seht, el hermano de Osiris, a quien odia y da muerte.
Minos, rey de Creta dijo a sus hermanos que para demostrarles que los dioses le destinaban
a reinar a él, el cielo le concedería lo que pidiese.
Para probarlo solicitó al tiempo de hacer un sacrificio a Poseidón, un toro, prometiéndole
al dios sacrificárselo después. Poseidón le envió el animal pero era tan hermoso, que queriéndo
guardarle como reproductor, en vez de cumplir su promesa le envió con sus rebaños.
Poseidón para castigarle volvió al animal peligros&iiacute;simo, y además hizo que Pasifae, mujer
de Minos, hija de Helios y Perseis, se enamorase del hermoso animal con el cual tuvo al
Minotauro (monstruo al que Minos tuvo que encerrar en el laberinto construido por Dódalo).
Minos terminó soltándolo, y el animal constituía una amenaza para Creta. Euristeus ordenó a
Heracles que se lo trajera vivo como 9º trabajo, y este marchó a Creta, pidió permiso a
Minos para aprisionarle y una vez hecho se lo llevó a Tirinto al rey Euristeus, que trató
de dedicárselo a la diosa Hera que no quiso aceptarlo, por lo cual terminó por liberarlo.
El animal cruzó la Argólide, atravesó el istmo de Corinto y llegó al Ática donde empezó a
asolar la comarca de Maratón. Será Teseo el que termine matándole y sacrificándole en honor
de Apolo.